De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 76
De las ciudades redondas a los anillos espaciales
que él sea capaz de conseguir. Es, por lo tanto, el hom-
bre el encargado de abrir nuevas fronteras en el camino
del progreso biológico.
LA EVOLUCIÓN DE LAS ESTRELLAS
Dese mi punto de vista, el hombre permanecerá in-
definidamente junto a los planetas en el sistema solar in-
dependientemente de la evolución del sol.
Con el tiempo, esta estrella evolucionará hasta
convertirse en una gigante roja y luego en una enana
blanca, pero, esto no significará su fin, porque desde
mi punto de vista, es entonces cuando pasará a su pe-
riodo vital más largo. Emitirá menos energía, pero de
forma más estable y duradera.
Los científicos piensan que nuestra estrella crecerá
como consecuencia de la fusión de los átomos de car-
bono y hierro de su interior y, por ello, la Tierra será des-
truida dentro de unos cinco mil millones de años, pero,
en mi opinión, cuando el sol alcance tal grado de dilata-
ción lo único que será capaz de alcanzar este planeta es
una burbuja de gases y partículas sólidas impulsadas
por el viento solar. Por eso resulta muy cuestionable
que, ante tal grado de dispersión de su masa, se pueda
considerar amenazado un planeta como la Tierra, es más,
dudo de que este proceso de calentamiento de la estrella
llegue a destruir Mercurio.
Lo malo de la ciencia es que con demasiada fre-
cuencia una gran hipótesis de un científico suele ser des-
cartada por otra gran hipótesis de otro y, al final, eso nos
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