De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 28
De las ciudades redondas a los anillos espaciales
la traslación de las ciudades alrededor del planeta se po-
dría ajustar a un ciclo de veinticuatro horas como en la
tierra, siendo así más cómoda la adaptación.
Los planetas con una gravedad excesiva y gran
masa serían descartados para habitarlos directamente,
pero no las lunas que girasen a su alrededor. Los viajes
de turismo o para recoger minerales se seguirían reali-
zando y así se mantendría una relación más estrecha con
el planeta.
Las ciudades compactas se instalarían en el espa-
cio en un corredor ecuatorial colocando su superficie ex-
puesta al sol como harían en la tierra y las naves para
comunicar las ciudades solo tendrían que cambiar de ór-
bita, simplemente subiendo o bajando para acelerar o
desacelerar con respecto a ellas. De querer retroceder
con respecto a una ciudad, se alejarían del planeta y así
se frenarían; de querer acelerar, descenderían y se acer-
carían al planeta y así avanzarían.
El sistema de gravedad artificial utilizado sería el
de tipo centrífugo, pues en mi opinión es el más seme-
jante al existente en la tierra, creo que el ser humano se
adaptaría con facilidad a él del mismo modo que un ma-
rino se adapta a las oscilaciones en un barco.
La instalación de las ciudades en el espacio podría
ser útil no solo para los mundos con baja gravedad, pues
esta costumbre se podría convertir en general y de este
modo se evitarían los problemas típicos en las superfi-
cies planetarias como terremotos, huracanes o excesivas
presiones atmosféricas. Un clima como el terrestre no
es habitual y posiblemente sus buenas condiciones cli-
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