Nada nos detiene
Quezada Garduño Laila Alexia
En el año de 2016 el mexicano Benjamín Coronado Fernández viajó
al Kilimanjaro un volcán de triple cumbre que mide 5 mil 896 me-
tros que se encuentra en el noreste de la República de Tanzania en
África
“Fuí invitado por el presidente Municipal de
Tizayuca Hgo, Gabriel García Rojas y Federi-
co Núñez Perea, director del programa Méxi-
co incluye” dijo el señor Benjamín
Comentó que
nas con una
auditiva, y él
un accidente
nas.
la convocatoria era para perso-
discapacidad motriz, visual, o
era candidato debido a que en
de trabajo perdió ambas pier-
“Llegaron a mi taller, y me plantearon el pro-
grama con todos los gastos pagados, 50% lo
ponía el municipio y el representar a México
me daba el otro 50% restante.
El presidente municipal deseaba que fuera yo
y dije que sí, pues se me hizo interesante y
sabía que sería una experiencia única.”
El señor Benjamín nunca había practicado
alpinismo o un deporte de alto impacto, el
creció en el campo así que fue todo un reto el
comenzar a prepararse y se lanzó a la expe-
riencia sin importarle di-
cho obstáculo
“Me preparé durante 3
meses, todos los días es-
calaba el Cerro de la
Cruz (ubicado en Tizayu-
ca Hidalgo) entrenaba sin
equipo y con unas man-
cuernas de caucho que
yo hice.
Escalé el nevado de Tolu-
ca y fui a escalar tres ve-
ces el Pico de Orizaba.”
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Fotografía de Daniela Valle
(Tizayuca, 2016)
“Me dedique a cambiar mucho, mejorar mi ali-
mentación además de que trabajé al máximo
para dejarle mi familia sus gastos personales.”
A pesar de los riesgos y el reto que significaba
tener que prepararse, no fue exactamente eso lo
que le angustiaba al señor Benjamín
“si soy sincero después ya me estaba arrepin-
tiendo, pero no por tener que escalar el volcán,
sino porque nunca había viajado en avión y me
daba mucho miedo.
Después de meditarlo y platicar con mi fami-
lia de inmediato regrese a mí, me motivé y se-
guí entrenando.”
Para poder subir la montaña el señor Benjamín
utilizó ropa especial para alpinismo brindada por
un patrocinador, además de lentes especiales,
zancos de madera para desplazarse y unos pro-
tectores para sus piernas.
El día 30 de noviembre finalmente Benjamín co-
menzó su viaje:
“Al llegar el día me llevaron los del DIF a mí y a
mi familia al aeropuerto, tuve varias entrevistas
en la CDMX, se sentía raro, porque yo literal-
mente soy un campesino, y nunca andaba en
esas cosas de reuniones con equipos y eso.
“Los de la expedición me trataron bien e íbamos
echando coto, lo disfrute, teníamos 15 días pa-
ra escalar, Nos quedamos en el hotel 2 días pa-
ra acostumbrarnos al clima. Saliendo del hotel
perdí contacto con todo el mundo”