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From the point of view of the audiovisual "choreography", I was lucky to count on the producer, director and cameraman Juan Francisco Blanco, who was very respectful to my structure and my point of view, not without doing relevant indications, suggestions and corrections. With his broad experience as a cinematographer, he reflected the beauty of the places and the privacy of the interviewed people with a lot of responsiveness and detail.
Concerning the dancers' work, it was magnificent: a fully active, helping and getting involved attitude. They were stricken by the dream of the project to the point that they assumed very complicated (dramatic) weather situ-ations under which, by affection and en-gagement, they totally kept going on.
Despite the previous choreographies I gave them and they prepared telematically (I live in Valencia and they in Cáceres), the adaptations that they did themselves were very important during the rehearsals. After all, the environment required some changes, they were (are) very professional and they knew perfectly what we wanted to make an allegory because they experienced the Hurdano Carnival and they knew the script. They had a very positive and constructive mindset around it.
Desde el punto de vista de la “coreografía” audiovisual, tuve la suerte de contar con productor, editor y camarógrafo Juan Francisco Blanco, quien se mantuvo muy respetuoso con mi estructura y mi punto de vista, no sin hacer relevantes indicaciones, sugerencias y correcciones. Con su extensa experiencia como director de fotografía, consiguió reflejar la belleza de los lugares y la intimidad de las personas entrevistas con mucha sensibilidad y detalle.
En cuanto al trabajo de los bailarines fue magnífico: una actitud completamente activa, de ayudar y de involucrarse en el tema. Se dejaron contagiar por la ilusión del proyecto de forma que incluso llegaron a asumir situaciones climatológicas muy complicadas (agónicas) y que, por cariño y compromiso, no dudaron en seguir adelante.
A pesar de las coreografías previas que yo les facilité y que se preparaban de forma telemática (pues yo vivía en Valencia y ellos en Cáceres), tuvo un gran peso las adaptaciones que ellos mismos hicieron en el espacio durante los ensayos. Después de todo, el entorno exigía una serie de cambios, ellos eran (son) muy profesionales y aquello que se pretendía alegorizar lo conocían perfectamente dado que habían experimentado el Carnaval Hurdano y conocían todo el guión. Hubo una actitud muy positiva y constructiva en torno a ello.