Cárol 17
los duendes resolvieron acordando que lo iban a considerar solo como medio cuando les preguntasen sus amigos . Así pues , según ellos , vivían en un edificio con dos pisos y medio .
—¡ Baja ! Ya vuelven — informó Lórrim , agachándose para que lo tapase la suave hierba , que era mucho más fina que la del bosque . — Voy , voy … Maka corrió hasta el borde de la mesa opuesto a la fachada de la casa y se descolgó por la pata que creyó sería menos visible para los anfitriones involuntarios . Después , se dejó caer agarrada con ambos brazos . Todo hubiese ido fenomenal de no haber sido por las imperfecciones causadas en la madera por el paso de los años . A mitad del descenso , una astilla se clavó en su vestido , haciendo que este no se moviese a la vez que ella . Enseguida , la falda de Maka pasó a estar en su cara y luego por encima de la cabeza , quedando aquella prenda enganchada mientras ella caía sin control sobre la mullida capa vegetal .
Lórrim llegó a su lado a toda velocidad y le ayudó a levantarse . Ambos se quedaron mirando hacia arriba , donde el vestido azul con flores rosas bordadas ondeaba al viento como una bandera . —¿ Estás bien ? — Sí , ha sido divertido . — No podemos dejar eso ahí — dijo Lórrim , rascándose la enorme napia llena de verrugas . —¡ Pero nos van a ver ! Tengo más en casa . —¿ Y si lo descubren ? — Eh … Solo son hojas de haya teñidas e hilo de fibra de pino .
¿ Pensarán que es de un muñeco o algo así ? — No , no , no … Esos bobos son muy listos . — Cariño , esa frase no tiene sentido . — Mmm … Me refiero a que son … ¡ No es momento de explicaciones !