Calabaza en tacha: Es parte de la tetralogía alimenticia del país, al
lado del maíz, el frijol y el chile.
Papel picado: También se suelen adornar las ofrendas con
papel picado que es una artesanía mexicana que se elabora con papel
de china recortado con figuras de esqueletos y calaveritas, este es
considerado como una representación de la alegría festiva del Día de
Muertos y del viento.
Vara de tejocote: con esa se abrirá paso el alma que regresa a
visitar a sus parientes, por eso no se le deben de quitar las espinas.
Arco de caña y flores: en algunos lugares de México se
acostumbra a realizar este arco, el cual simboliza el paso a una vida
de purificación y el abandono del cuerpo terrenal
Copal e Incienso: El copal es un elemento prehispánico que
limpia y purifica las energías de un lugar, santificando el ambiente.
Agua: El agua tiene gran importancia ya que, entre otros
significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de
regeneración de la vida y de las siembras y en la ofrenda se
representa con un vaso lleno de agua que sirve para que el espíritu
mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.
Comida: Se coloca el alimento tradicional o el que era del agrado
de los fallecidos se coloca para que el alma lo disfrute.
Bebidas alcohólicas: Son bebidas que fueron del gusto del
difunto denominados “trago”, generalmente son “caballitos” de
tequila, pulque, cerveza y mezcal.
La Unesco ha declarado la festividad como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad.
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