En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea porque ya no
existe la tumba del difunto, o porque la familia está muy lejos para ir a
visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas, donde se
ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de
muerto, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole, cigarros e
incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto al
retrato de los difuntos rodeados de veladoras.
Los materiales comúnmente utilizados para hacer una ofrenda
para el Día de Muertos tienen un significado, y son entre otros los
siguientes:
Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto sugiere
el ánima que los visitará la noche del 2 de noviembre.
Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio: La imagen de
las ánimas del purgatorio sirve para pedir la salida del purgatorio del
alma del difunto por si acaso se encontrara ahí.
Doce cirios: Los cirios, sobre todo si son morados, son señal de
duelo. Los cuatro cirios en cruz representan los cuatro puntos
cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar
su camino y su casa aparte de agua y sal.
Flor de cempazúchitl (o flor de cuatrocientos pétalos): Su