Sobre el papel, la única variación que
encontraríamos al colocar un booster
en nuestra cadena de efectos sería
poder elevar a voluntad el volumen
final que ofrece nuestro amplificador.
Pero todos tenemos claro que un
amplificador, especialmente cuando
hablamos de modelos valvulares,
responde de forma sustancialmente
distinta en función de la intensidad de
la señal con que le atacamos.
Y ahí es donde un booster nos ayudará
no sólo a sonar más alto, sino también
a darle un carácter distinto a nuestro
sonido final.
Existen multitud de formas de
diseñar un circuito que actúe como
“elevador”, pero todos han de cumplir
dos requisitos fundamentales:
En primer lugar, deben tener un alto
valor de impedancia de entrada, de
forma que la señal que le llegue
desde las pastillas de nuestra guitarra
pierda la mínima intensidad posible.
Este punto tiene una excepción, como
son los antiguos treble-boosters
que funcionan con transistores de
germanio.
En segundo lugar, debemos disponer
de un potenciómetro que nos permita
incrementar a voluntad el volumen de
la señal amplificada. Debemos andar con cuidado al
trabajar con boosters por el loop, ya
que la subida de volumen puede ser
excesiva.
Opcionalmente, es común que los
boosters dispongan también de un
control de tono, generalmente un
filtro pasivo de agudos - aunque
existen modelos con controles más
complejos - En mi opinión, sólo debe hacerse en
aquellos casos en los que nuestro
amplificador esté a muy alta
ganancia, de forma que por más que
amplifiquemos la señal que le llega
por el input, no se obtenga una mayor
respuesta de volumen.
A la hora de emplearlo, podemos
tomar varios caminos. El más obvio
sería conectarlo en aquellos pasajes
en los que el guitarrista necesita
pasar a un primer plano en el contexto
de una banda. Un solo, por ejemplo.
Sin embargo, también podemos
utilizar un booster para “conseguir el
sonido”.
En ocasiones, en función del
lugar donde tengamos que tocar,
no podremos subir el control de
master de nuestro amplificador por
encima de un valor dado, a pesar de
no haber conseguido un sonido lo
suficientemente “intenso”.
Así, podemos dar un paso adelante
sobre el escenario, presionar el
switch mientras los ojos del público se
concentran en ti y tener claro que van
a escuchar lo que tengas que decir
con tu instrumento a un volumen
superior al que estabas tocando las
partes rítmicas.
Este aumento de volumen será aún
más intenso si tenemos el pedal
conectado a través del loop de efectos
del amplificador.
pedales y efectos
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