Cutaway Guitar Magazine BAJOS Y BAJISTAS 38 | Page 7
instrumentos así terminados. Pero en un
bajo que recrea el modelo de 1960 no
puede ser de otra manera, porque así
se fabricaban entonces y porque la laca
de nitrocelulosa, por sus capacidades
de transpiración, ya de por sí confiere a
cualquier instrumento que la incorpora
unas características de tono imposibles
de encontrar en otros barnices ni lacas
de las empleadas actualmente.
En concreto se trata de la recreación
del modelo de 1960, el primer año
de fabricación del Jazz Bass, con dos
controles
concéntricos
(volumen/
tono), uno para cada pastilla, modelo
que solamente duró un par de años,
ya que a principios de 1962 cambió a
la configuración actual de volumen/
volumen/tono.
Nuestra función en esta prueba no es otra
que trasladaros la experiencia sensorial
que apreciamos al probar y comparar
ambos bajos, lo cual hicimos a fondo,
sobre un amplificador Mesa Boogie
M-Pulse 600 y una pantalla también Mesa
Boogie 4 x 10. Dicho de otra manera,
aprovechar para contaros lo que oyeron
nuestros oídos, tocaron nuestras manos y
vieron nuestros ojos. Vaya también por
delante que nunca habíamos tenido la
posibilidad de enfrentarnos con idéntico
modelo en dos acabados diferentes en
el mismo momento y en el mismo lugar
y que, aunque de entrada partíamos
más en el grupo de los “escépticos”,
terminamos sin dudarlo en el grupo de
los “convencidos”.
Prueba y comparación
Lo primero que hicimos fue cerciorarnos
de que los instrumentos eran exactamente
iguales con la única excepción del
acabado. Y sin duda lo eran: misma
electrónica y pastillas, mismo hardware,
mismas especificaciones de maderas
en cuerpo, mástil y diapasón, mismos
trastes, mismas cuerdas, en fin, mismo
“todo” salvo el acabado. Importante
aclarar que los dos bajos tienen como
componente químico de acabado
cosmético laca de nitrocelulosa, un tipo
de laca que hoy no se ve prácticamente en
ningún instrumento ya que su utilización
industrial está prohibida en muchos
países por su toxicidad en la aplicación
masiva y solamente se puede aplicar
a mano y bajo unas condiciones de
seguridad laboral muy estrictas y costosas,
lo que explica parte del alto precio de los
La verificación de igualdad la
efectuamos tanto por comprobación
de especificaciones en la web oficial
de la Fender Custom Shop, como
por inspección visual de ambos bajos
y comparación de pesos, algo muy
significativo para equiparar tipos y
calidades de maderas. Cabe advertir que
lo único que no hicimos fue desmontar
las pastillas para observar el bobinado,
pero sí que hicimos una consulta
directamente a Fender Ibérica, quienes
puestos en contacto con el taller de
Custom Shop de California, obtuvieron
una respuesta que certificaba que las
pastillas montadas en ambos bajos son
completamente idénticas.
A partir de ahí solamente nos quedaba
coger uno y otro bajo y empezar a
disfrutar con ellos. A estas alturas no
hace falta decir que estéticamente la
diferencia es notable: el acabado N.O.S.
es un acabado de bajo “nuevo a estrenar”
y el acabado “relic” presentaba rayas,
golpecitos y un evidente desgaste de la
laca de nitrocelulosa, tanto en el cuerpo
como en la parte posterior del mástil y
en la pala.
Y aquí ya se hizo manifiesta la
primera gran distinción: el tacto. La
laca de nitrocelulosa está intacta en
el modelo N.O.S. y muy desgastada,
casi desaparecida en algunos sitios
estratégicos, en el acabado “relic”. Esto
conlleva una notable diferencia a la
hora de tocar, ya que los recorridos de
mástil en el acabado envejecido son más