Antes de teñirte, échate un acondicionador y espera dos o tres días antes de aplicarte el tinte (éste debe echarse con el pelo un poco sucio).
Aplica alrededor del contorno de la cara un poco de vaselina para que luego sea más fácil eliminar la mancha del tinte que pueda quedar en la piel.
Para que los pigmentos de color penetren de una forma más uniforme en el cabello, antes de aplicarte la crema colorante, utiliza un bálsamo de preparación al color.
Cuando quieras cubrir tus canas, empieza por donde tengas mayor cantidad. Cuando quieras aclarar el cabello, comienza por las zonas en que tu cabello sea más oscuro. Si la aplicación es total, conviene dejar primero el tinte 20 minutos en la raíz y después emulsionarlo a todo el cabello, masajeando bien para que penetre.
Pasado el tiempo de exposición, aplica un chorro de agua y frota con el tinte. Aclara abundantemente con agua fría para mantener más tiempo el color y lavar.
Es fundamental seguir siempre las recomendaciones aconsejadas por el fabricante del tinte, tanto en la fase de coloración como en el post-tratamiento.
Si te manchaste la ropa con el tinte del pelo, moja la mancha con zumo de limón, deja 5 minutos en reposo y añade leche fría. Tras una hora, lava normalmente.
Y un último truco: para evitar que el cabello se reseque y mantenga su buena apariencia, mezcla 1 huevo con 30 ml. de cerveza. Peina el pelo con la mezcla y ponte un gorro de plástico. Deja que actúe durante un cuarto de hora y, posteriormente, aclara bien el cabello.
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