Curso- Conservación de suelos y tecnología de agua. Unidad 1 C8U1 | Page 5
climas templados y el suelo rojo mediterráneo. En general, si el clima es propicio y el lugar
accesible, la mayoría de estos suelos están hoy ocupados por explotaciones agrícolas
La fertilidad del suelo
Sabemos que para crecer las plantas precisan agua y determinados minerales. Los
absorben del suelo por medio de sus raíces. Un suelo es fértil cuando tiene los nutrientes
necesarios, es decir, las sustancias indispensables para que las plantas se desarrollen
bien. Las plantas consiguen del aire y del agua algunos elementos que necesitan, como el
carbono, el hidrógeno y el oxígeno. Otros nutrientes esenciales están en el suelo: aquellos
que los vegetales requieren en grandes cantidades se llaman nutrientes principales. Son
el nitrógeno, el fósforo, el potasio, el calcio y el magnesio. Proceden de las rocas que
dieron origen al suelo y de la materia orgánica descompuesta por los microorganismos.
Los nutrientes deben estar siempre presentes en las cantidades y proporciones
adecuadas.
Un suelo es fértil cuando:
su consistencia y profundidad permiten un buen desarrollo y fijación de las raíces.
contiene los nutrientes que la vegetación necesita.
es capaz de absorber y retener el agua, conservándola disponible para que las
plantas la utilicen.
está suficientemente aireado.
no contiene sustancias tóxicas.
1.2 La problemática de la utilización del suelo.
El suelo es un ente de la naturaleza, cuyas características son el resultado de una larga
evolución hasta alcanzar un equilibrio con las condiciones naturales. En esas condiciones
ambientales no está incluida la acción de las civilizaciones humanas. El suelo es un
componente del medio natural y como tal debe ser considerado como un suelo virgen, no
explotado. Es evidente que su continua e inadecuada utilización por parte del ser humano,
se ha truncado su evolución y ha condicionado negativamente sus propiedades. Como
resultado el suelo se deteriora, y sufre procesos de degradación. Se considera como
degradación del suelo a toda modificación que conduzca al deterioro del suelo. La
degradación es el proceso que disminuye la capacidad actual y potencial del suelo para
producir, cuantitativa y cualitativamente, bienes y servicios.
La degradación del suelo es la consecuencia directa de la utilización inadecuada del suelo
por el hombre. Bien como resultado de actuaciones directas, como agrícola, forestal,
ganadera, agroquímicos y riego, o por acciones indirectas, como son las actividades
industriales, eliminación de residuos, transporte, etc.