Culturas por el mundo 1 | Page 13

japonesas sino también de otros 9 países, consiguieron el dinero suficiente para construir esta estatua de bronce de 9 metros de alto, llamada “torre de las mil grullas”. La construcción se completó el 5 de mayo de 1958.

Tiene una construcción algo sencilla , que consta de un pedestal de tres patas sobre el que se sitúa la figura en bronce de la propia Sadako, sosteniendo una grulla de origami. En lados opuestos del pedestal encontramos las figuras suspendidas de un niño y de una niña, que simbolizan el futuro brillante y la esperanza.

Es una tradición muy conocida que las personas lleven palomas de origami para que, según sus creencias, los enfermos curen más rápido. Es sin duda una tradición muy increíble.

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Cuando se empezó a planificar la reconstrucción de la ciudad, hubo cierta controversia por aquel edificio, ya que mientras que algunas personas deseaban demolerlo, había quienes querían que se mantuviera en pie y como recuerdo a las víctimas. Desde entonces, sólo se han hecho pequeñas intervenciones para mantener la integridad del edificio. Pero tal y como lo podemos observar hoy en día, es como quedó el edificio desde aquel terrible suceso.

La historia de esta escultura es muy curiosa ya que cuando las bombas cayeron, una niña llamada Sadako Sasaki que tan solo tenía 2 años de edad al ocurrir esta tragedia, estaba presente durante el atentado a una distancia lo suficientemente cerca para que la radiación de la bomba la afectara. 10 años después, la niña murió de cáncer ocasionado por la radiación, y en conmemoración a su muerte y a la de todos los niños de ese entonces; sus compañeros y más de 3.100 escuelas, no sólo japonesas sino también de otros 9 países, consiguieron el dinero suficiente para construir esta estatua de bronce de 9 metros de alto, llamada “torre de las mil grullas”. La construcción se completó el 5 de mayo de 1958.

Tiene una construcción algo sencilla , que consta de un pedestal de tres patas sobre el que se sitúa la figura en bronce de la propia Sadako, sosteniendo una grulla de origami. En lados opuestos del pedestal encontramos las figuras suspendidas de un niño y de una niña, que simbolizan el futuro brillante y la esperanza.

Es una tradición muy conocida que las personas lleven palomas de origami para que, según sus creencias, los enfermos curen más rápido. Es sin duda una tradición muy increíble.

Monumento a la paz de los niños