Cultura a la Mexicana Vol. 1 | Page 8

Tu Casa en el Centro

La inspiración de Óscar Lewis, Diego Rivera y Carlos González

Brilla la luna de Noviembre y la gente pasea por la calle de Tacuba: catrines, monjas, sombrereros y pregoneros son algunos de sus transeúntes, de pronto para una calandria y baja una señora encopetada y señor, entran al merendero CAFÉ DE TACUBA, se sientan al abrigo de los muros coloniales que datan de 1700, a saborear un atole de frutas y unos tamales. Ha nacido un café; con el correr de los años este lugar crece, se remodela, madura, se convierte en restaurante de POSTÍN y en su recinto abovedado se comenta la guerra del 14 y los cambios políticos de la nación.

El señor Mollinedo, fundador y dueño del legendario Café de Tacuba, comenzó con tareas indispensables para que su negocio creciera poco a poco, recogía platos, ayudaba en la cocina, quehaceres simples. Todo comenzó con una pastelería, en una calle tan transitada por estudiantes, toda la comida se daba para llevar ya que no se tenía el tiempo de quedarse a comer ahí.

Café Tacuba la inspiración que encontró Oscar Lewis para escribir “Los Hijos de Sánchez”, testigo de la historia de amor de Diego Rivera y Guadalupe Marín, e inspiración del pintor Carlos González.

Antes de ser Café de Tacuba, como se conoce ahora, era un Hospital Psiquiátrico, en sus orígenes fue una lechería con dulces tradicionales mexicanos, cuyos secretos sigue conservando y preparando con el exquisito primor que obligaba al pintor Miguel Covarrubias a casi introducirse en la ventana- alacena para remeter contra el arroz de leche los flanes, los huevos reales, la cocada, las cajetas, las compotas presentes según la estación del año de capulines, guayabas, peras, ciruelas, manzanas, calabazas y buñuelos.

El café Tacuba cocina todo cuanto se precise de ser mexicano.

Al principio vendieron puros pasteles y café Americano, poco a poco evolucionó, después se vendía café de todo tipo como es: Cappuccino, Moka, Americano, etc., incluyeron en su menú, Chocolate hecho a base de cacao puro mexicano, y es por eso que Café de Tacuba se comenzó a identificar de entre todos los establecimientos como uno de los mejores para pasar el rato y consumir productos caseros.

Con el paso del tiempo y la demanda de la gente, este Café se remodeló, donde familias enteras comen, hablan y se divierten. A nacido un café: Café de Tacuba; con el correr de los años, éste crece, se remodela y madura: se convierte en Restaurante.

Por: Chávez Berenice

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