Malik
Cuando mi estrés y tristeza se me hacen insoportables , me pongo al ordenador y realizo un pedido en la página de Aliexpress o en la de Amazon , solicitando que se haga la entrega en el locutorio Malik , un punto de recogida próximo a mi domicilio en Alcobendas . Malik es el propietario ( o arrendatario , no lo sé ) del local . Por su fisiotipo y carácter , yo siempre lo he tenido por pakistaní , pero ignoro cuál es su nacionalidad ¿ Que sea indio ? Tal vez . ¿ Nepalí acaso ? Acaso . Lo que sí puedo afirmar , aunque no rotundamente ( más adelante se entenderá por qué ), es que profesa la religión musulmana . Alguna vez lo he visto entrar en la lonja más cutre del barrio ( acumula cochambre ), acondicionada ( es un decir ) como mezquita . También alguna vez lo he sorprendido saludándose con algún correligionario de aspecto árabe :
— Salam aleikum — Aleikum salam
En una de esas ocasiones , sintiéndose sorprendido por mí , me guiñó el ojo , como dándome a entender lo que yo quería entender , que él no creía del todo , pero que estaba obligado a creer . A pesar de la lengua con la que se entiende con los árabes , marroquíes principalmente , para mí continúa siendo pakistaní .
A propósito de moros ( sinécdoque de por medio ), salvo con unos pocos y muy superficialmente , nunca he tenido trato con ellos . No obstante , confieso que no me hacen demasiada gracia . Siempre llevan las de ganar , pues , en el peor de los casos , la muerte deviene su mejor negocio ( solo para hombres ): riquezas y chicas por doquier , sin daño , dolor , miedo o vergüenza y eternamente treintañeros . Creen en ello , les interesa creer , y no importándoles morir a tal propósito , no les importa nada matar . Los pocos con que me cruzo en el barrio me miran por encima del hombro o , lo que es peor , ni siquiera me miran , hacen caso omiso de mi persona ; podría decirse , aunque no puedo asegurarlo , que hasta me desprecian . Y más desde que Sánchez ha concedido patente de corso al rey Mohamed . Parecen auténticos emires , ocupando los cuatro o cinco bancos del miniparque del barrio , a la sombra de una de las cuatro o cinco acacias que han sobrevivido a una remodelación de la zona , taza de café o lata de cerveza ( sin alcohol , es de suponer ) en mano y cigarrillos liados que desprenden un olor sospechoso . Por lo anterior se me va a tachar de racista . Quien así lo haga , estará marrando el tiro , porque yo considero a los moros ( árabes y bereberes ), a los de mi barrio y a los de Alcobendas , y , en general , a los de todo el orbe , mucho más listos que los europeos y occidentales en general , entre los que me incluyo . ( No puedo ser racista ; tendría que creerme superior a ellos , más listo ). Son ellos los que han conquistado nuestro suelo
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