Otro sorbo de café ¡ Cuánto por tragar !
La amargura se desliza garganta abajo . Los labios intentan retener los posos . Se los limpia con una servilleta de papel y los contempla . Posos con pintalabios y agua con lágrimas . Agua dulce y agua salada . Dos aguas que han intensificado el color y el dolor . Dobla la servilleta hacia adentro , guarda la mancha , la esconde .
Mira hacia la mesa de la desconocida . No hay nadie ya y , sin saber por qué , lo lamenta . Se sobresalta al verla de pie a su lado , con el plato de musaka intacta en una mano y su copa de vino en la otra .
Sus ojos le piden permiso para sentarse , ella asiente y los ojos francos le traen una copa de vino y un tenedor .
Siente hambre . Fuera ha dejado de llover .
Maite Alejo / Ateneo Burgalés
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