Culdbura18 invierno 2022 | Page 71

Sólo la luna habitaba el lugar . En la lucidez del insomnio , se hizo evidente que Cortiguera era el refugio de un cuerpo celeste que amaba la soledad por encima de cualquier otro elemento . La luna , dueña de ortigas y palacios , llenaba los espacios de tenue claridad .

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Pero había algo más . Aquella luz que se había apoderado de los caminos y las piedras escondía algo así como unos labios múltiples , unas ubres que ama mantaban la fuente y los escudos , las tejas no caídas y hasta el espectro de lo fantasmal . Ése era el secreto . A pesar de la engañosa sensación de ruina y abandono , en realidad Cortiguera no era sino un escenario poseído y alimentado por el hálito lunar .
TEXTO : Pascual Izquierdo ILUSTRACIONES : Santiago Izquierdo