Culdbura18 invierno 2022 | Page 61

Cada vez más cerca de París

Las últimas noticias culturales de Burgos deberían de aparecer en este artículo , las puertas de la catedral de Burgos , o el nuevo peregrino . Una vez hablando con Bea Espejo , directora de Babelia , la publicación cultural de El País , me dijo que prefería no comentar ciertas obras o exposiciones si no había nada bueno que decir .
En este caso , no siempre le hago caso a sus sabios consejos , voy a hablar de un escultor que ha celebrado demasiado discretamente los veinte años de su desaparición . Quizá el hacedor de mosquitos , gallos y otras hibridaciones así como el autor del Cid que se nos impone a la entrada de Burgos desde la N-1 deberían aprender algo de este irrepetible artista .
Una figura escuchando una pared en el pasillo del claustro del Patio Herreriano . La primera escultura vista de la exposición sobre el escultor Juan Muñoz que se presenta en dicho espacio hasta enero .
Se trata de un tentetieso con la parte inferior esférica , superior como un pelele , los ojos cegados por unas groseras cataratas , las manos enguantadas y los brazos pusilánimes : cómo ha llegado , ¿ qué hace ?
Al entrar a la capilla de los Condes de Fuensaldaña el extrañamiento se multiplica . Tres tentetiesos en escena , un diálogo violento . Una instalación inmersiva en la que las figuras dialogan y se apoderan del espacio convirtiéndose a su vez en escenario y protagonista de este feroz encuentro . Un encuentro de figuras imposible ; gritos que salen de bocas cerradas , miradas irascibles que viene de ojos cegados , forcejeo provocado por brazos endebles ; alienación total .
Un gran telón nos recibe en la siguiente sala . Un diálogo se vuelve a abrir entre las figuras , el espectador y el espacio . Un grupo de cuatro personajes de rasgos orientales y rigurosamente grises ríen con una risa eterna . No hay una conexión visual entre las figuras ni estas miran al visitante-paseante . Cuatro figuras que no pueden moverse por que no tienen pies , sus manos enguantadas y sus ojos cegados por esa risa ya , irritante e inquietante ; temas básicos en Muñoz aislamiento , incomunicación , alienación .
Una solería barroca , clara cita de Borromini , se impone en la sala alta , a la que precede un espejo . Un hombre gris , de rasgos orientales de nuevo , se refleja en el espejo , una boca grosera y chillona se impone y resalta frente al gris “ brutalista ”. Esta figura , a diferencia del resto tiene una chocante sonrisa chillona sobrepuesta en la cara . El espejo nos devuelve una

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