De vita beata
Estaba San Pedro con su manojo de llaves , paseando de un lado a otro , charlando distraído con algún parroquiano . Todo parecía ir bien , claro que en el Cielo eso es lo normal . Un tanto alejado , casi fuera de cuadro , un santo reprendía a algún angelote demasiado escandaloso , bueno , nada importante . Así seguía con su paseo de todas las eternas mañanas el apóstol con su larguísima barba blanca cuando se fijó en una esquina casi oculta entre nubes en la que andaba Matías , el santo del lugar . Estaba con el rostro sepultado entre sus manos .
―¿ Qué te ocurre ? ¿ Hay algo que te apena ?
― Buenos días , Pedro , perdona mi tristeza . Me estaba acordando de cuando era niño y mi madre me contaba cuentos .
― Todos nos acordamos de nuestras madres .
― Todas las noches mi madre me contaba unos cuentos maravillosos . Así podía dormir . Los niños siempre temen la oscuridad , a mí me daba miedo todo , pero mi madre me tranquilizaba con sus historias .
― También me pasaba a mí , buen Matías , lo mismo me pasaba ― decía Pedro con su habitual serenidad .
― Lo malo es que ahora ― explicaba más para sí mismo que otra cosa ―, por mucho que lo intento , hay algunos cuentos que no termino de recordar . No me acuerdo de algunos detalles , no sé si había brujas o princesas encantadas o enanitos que viven en el bosque . No lo sé , por mucho que lo intento no me acuerdo .
― Fue hace mucho tiempo . Es normal , las cosas se olvidan .
― Ya , pero estamos en el cielo .
― Claro , aquí estamos ― decía San Pedro con una pizca de impaciencia .
Y agregaba : “ Estamos en el Cielo , en el Paraíso , en el sitio al que van los santos como tú .”
― Pero yo creía que en el Cielo todo sería siempre perfecto , siempre , para toda la eternidad . Y ahora no me acuerdo de los cuentos . No puedo traerlos a mi memoria , no puedo recordar las palabras cariñosas de mi madre . Es muy triste , los he perdido para … siempre .
― Quizá los acabes recordando . Ya sabes , la eternidad es muy larga . Es tan enorme que nunca se acaba .
― Pero solo hay una niñez , solo fuimos niños una vez , solo tuvimos una madre , y es tan terrible haberla perdido .
― Reza , Matías , reza con fe , después de todo el Señor te iluminará .
Página 107