mamarracho guaperas pensabas casarte ? ¿ Para este mequetrefe te he comprado ese vestido que hasta a mí con mis 93 años me entran ganas de ser lesbiana ? ¡ Señor , Señor !
―¡ No ! ― lloraba la bella Zulima ―. Con este , no , doña Eloísa . Este era mi novio anterior . Bueno , no llegamos ni a ser novios . Solo salí con él tres veces . Luego él se hizo ilusiones y se empeñó , y me acosó , y me amenazó , y yo vine aquí desde Zamora huyendo de él . No sé cómo ha podido encontrarme … ― prosiguió su llanto .
― Va , va , va , deja de llorar , hija . Lo importante es que salgas ya de una vez de aquí y vayas con tu novio de verdad , te pegues un lingotazo para pasar este mal rato , ¡ o te des un homenaje , caramba ! Que yo ya no puedo , pero cuando tenía tu edad era …
― Presidenta de Acción Católica ― repitieron al unísono , Zulima entre lágrimas y doña Eloísa con fervor y orgullo vocacional .
― Pues eso . Y ya te lo he dicho . Ahora llamo a la poli , me autoinculpó y tú me vienes a ver a la cárcel de Basauri miércoles y sábados por la tarde después de la siesta . Deja de lloriquear y vuelve al baño a arreglar ese maquillaje , no te vaya a caer una gota en el traje con las lágrimas y la fastidies una vez más . lista , una vez más , para hacer justicia . Allí solo estaba su Zuli mirando aquel espejo de 1,5 por 3 m . con una rotura de cristal en diagonal y un gato incrustado arriba , en el epicentro del golpe .
No se habían repuesto de la sorpresa , inexplicable , incomprensible , irreal ― solo es real lo que comprendemos ― cuando sonó el timbre de la puerta y una voz que gritaba :
―¡ Policía ! ¡ Abran inmediatamente la puerta y salgan con los brazos en alto o nos veremos obligados a entrar por la fuerza !
Juan Carlos Martínez , 2021
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―¡ No . Doña Eloísa , al baño no , que hoy cada vez que voy al baño ocurre un accidente !
―¡ Va , va , no seas supersticiosa ! Ni tenemos gato negro , ni escalera para pasar debajo ni espejo roto !
Convencida , Zuli fue al baño a restaurar su preciosa cara , sus hermosos ojos , a colocar bien el bonito vestido en aquel cuerpo volviéndolo espectacular .
―¡ Aaah ! ― gritó , y doña Eloísa pensó que había descubierto a otro en el baño .
Corrió doña Eloísa ― lo que pudo , claro ― con la silla de ruedas , abrió de par en par la puerta del baño , el arma levantada y