El texto eterno
En cierta medida , todos los textos aspiran a la eternidad . El hecho de dejar algo por escrito supone dotar de permanencia a ese mensaje . Incluso en los escritos pequeños , cotidianos , en las notas domésticas , vencemos la ausencia y de forma mágica traemos de vuelta a esa persona que no está pero que nos deja unas palabras de recordatorio o de advertencia . Escribir es una mezcla de magia y de esperanza , un hechizo para que nuestra voz perdure .
A veces tan solo necesitamos que ese hechizo contra la ausencia alcance unas horas , unos días , lo suficiente para decirle a esa persona “ vuelvo a las siete ”, “ he comprado flores ”, “ te veré mañana ”. Pero estas son las menos . La mayoría de las veces el texto escrito está destinado a sobrevivir durante años , a ser leído por muchos ojos , a subsistir por encima de todo .
Sin embargo , a pesar de ese afán de permanencia , de esa aspiración a la eternidad , ¿ Cuántos textos han alcanzado el siglo ? ¿ Cuántos han visto el milenio ? Por encima de los dos mil años apenas nos quedan fragmentos , y si subimos a los tres mil la cosa se reduce a alguna línea y versos sueltos .
Por eso es emocionante y trascendente que durante nuestra época nos hayamos propuesto crear el texto eterno . Un mensaje absolutamente permanente y que se llama “ este no es un lugar honorable ”. Uno de los textos más terribles y hermosos que se han creado . El contenido es inquietante , pero el propósito es maravilloso : ayudar a una gente a la que nunca conoceremos , gente que incluso puede que sea de otra especie .
Este texto es el resultado del llamado Grupo de trabajo de interferencia humana . Un grupo de antropólogos , sociólogos , ingenieros y físicos nucleares . ( Sí , es una mezcla rara , pero tiene su razón de ser ). En 1981 este grupo heterogéneo se reunió con la tarea de gestionar nuestra herencia radioactiva .
La vida de los isótopos radioactivos es muy larga , mucho más que ninguna otra creación humana . Las primeras manifestaciones escritas de nuestra especia datan de unos cinco mil años y sin embargo apenas queda nadie que pueda leerlas o interpretarlas . Los residuos radioactivos tienen una vida muy superior a los diez mil años . Tiempo suficiente para destruir nuestra civilización y empezar de cero dos veces .
Hoy en día sabemos perfectamente dónde están los vertederos nucleares y que no es buena idea acercarse . Pero ese conocimiento puede desvanecerse muy fácilmente . Ni siquiera hace falta un cataclismo apocalíptico como en las películas , ni zombis , ni nada . Basta
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