Cuentos que me contaron de la Vía Férrea Cuentos que me Contaron de la Vía Férrea | Page 9
socialista, donde me entero de otro orden social
posible. Me gustaron las novelas de Dostoyevski
como Crimen
y
castigo.
vino Demián, Sidharta y El
Hesse; Espartaco de
Casi
de
Lobo
Howard
inmediato
estepario de
Fast
y Así
habló Saratustra de Nietzsche. Me aventuré con El
Amor, las mujeres y la muerte de Shopenhauer, pero
me confundió la vida y no lo entendí. Otras, y otras
más... Me inicié en el cálculo diferencial y empecé a
valorar la genialidad de Newton y Leibniz. Por vez
primera vi plasmada sobre la pizarra las leyes de la
mecánica y el electromagnetismo, esculpidas por la
mente creativa de un físico titulado en mis estudios
universitarios; aún a ese nivel inicial, me abrumó la
profundidad de los planteamientos científicos. Me di
cuenta que sí podía entenderlos y manipular sus
leyes; sentí que andaba por buen camino. Mientras,
alterné con atención a clientes en mi desempeño de
portero, mesero y recepcionista en los espacios
turístico
angustias
de
Mérida.
entre
leer,
Aparecieron
estudiar
o
mis
primeras
trabajar
para
garantizar mi sustento. Mi hada madrina, la Tía
Carmen, me acobijaba con su bondad inmensurable.
Se instaura la cultura oriental en las mentes juveniles
y me absorbe; me inicio en yoga y literatura esotérica.
Hasta que la acción meticulosa del conocimiento
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