Cuentos que me contaron de la Vía Férrea Cuentos que me Contaron de la Vía Férrea | Page 58

El Relámpago del Catatumbo L Para Goya as noches, indiferentes a la rudimentaria tecnología eléctrica de los pueblos vecinos, no oscurecían por completos sus cielos en las fincas donde vivíamos. Misteriosas fulguraciones intermitentes presenciábamos en lontananza horas después del último vestigio lumínico de la tarde; provenían del relámpago que titilaba como cocuyos en matorral. Apostados en los corredores de los ranchos presenciábamos instantes, las sus nubes resplandores se silentes; prendían y por podíamos contemplar al Relámpago del Catatumbo. Papá nos comentaba que durante sus travesías por el Lago de Maracaibo en sus tiempos 57 de mocedades, el