Cuentos que me contaron de la Vía Férrea Cuentos que me Contaron de la Vía Férrea | Page 48

Espacio y la lucha libre “catch as catch can” la desplazaron de mi mente por un tiempo. Aquí, dentro de las entrañas mismas de mi pueblo se forjó la historia que me contaron -que se convirtió en leyenda, mito o realidad- de la madre de agua de la maroma. Rara, muy rara me decían, esa culebra, con grandes cachos, rápida, muy rápida, fugaz como las flechas, como rayos de tormenta, como ráfagas del chubasco de Santa Rosa. Pocos la vieron, pero existía, existe, en alguna parte debe andar. Nos dejó los asombros, los sobresaltos, cuando se cruzaba el caño donde se hacía maroma para alcanzar la otra orilla en aquellos tiempos de inicios del caserío que no se conformó con ser pueblo y se convirtió en ciudad, que comparte venideros tiempos con la otra “ciudad pareja” de la orilla opuesta del Escalante, en el decir de nuestros distinguidos cronistas surlaguenses. 47