El robo del diamante
El día 29 de agosto de 2012, Jack recibió una llamada para que investigara el caso del robo del diamante del museo de Canadá. Era un caso que los policías y otros detectives no pudieron resolver.
El día 31 de agosto, Jack llegó a Canadá y fue a la casa del dueño del museo, el dueño era Alexander y estaba muy preocupado por lo ocurrido. Cuando Jack llegó, Alexander lo recibió y le ofreció una taza de café, luego le contó lo que pasó
-Las cámaras de seguridad dejaron de responder durante 30 minutos, cuando lograron resolver el problema, el diamante ya no estaba.
-¿Y nadie vio a los ladrones?- dijo Jack
-No, el robo fue durante la noche- respondió Jack
Luego del la charla Jack y Alexander fueron al museo en busca de pistas, cuando llegaron a Jack vio que el lugar era enorme y en el centro de lugar estaba la vidriera que contenía el diamante rota.
-¿Sonó la alarma cuando rompieron el vidrio?- preguntó Jack
-No, la desactivaron junto con las cámaras- Respondió Alexander
Jack revisó las cerraduras de las puertas del museo, ninguna se mostraba forzada, luego revisó los conductos de ventilación, estaban intactos, por último revisó el estacionamiento subterráneo y encontro una laptop. Sacó de su bolso unos guantes de latex para no dejar huellas digitales, agarró la laptop y la encendió, encontró un archivo tenía un plano del museo, también encontró unos códigos que explicaban cómo acceder a la seguridad del museo, luego de leer toda la información, Jack se guardó la laptop en su bolso para luego investigarla. Después revisó el vidrio era muy grueso y no se pudo romper con un martillo.
-¿Nadie escuchó una explosión?- preguntó Jack
-Sí,un guardia de seguridad aseguró que escuchó algo.
-También dijo que, a la hora en que las cámaras de seguridad dejaron de responder, él bajó al estacionamiento para ver qué hacia David, el otro guardia que bajó un rato antes- dijo Alexander