Cuentos policiales 6to A | Page 31

-Me enteré de que iba a las cataratas una hora después- Dijo Margarita- pero rápidamente llamó para decirme que iba al Zoo con su sobrino y su novio.

-Al salir del Zoo ella tenía un rasguño en la cara y una pierna sangrando.- Empezó a decir su novio- Con su sobrino creíamos que era porque algún animal la había atacado. Ella estaba inconsciente, no sabía quién le había rasguñado pero rápidamente la llevamos a enfermería. Alberto descubrió que no podía un animal hacer con una uña de menos de 10 cm un rasguño de 20 por toda la cara.

La que la encontró casi muriéndose fue una de las chicas que trabaja en “Té sobre tu taza”. Empezamos a revisar lo que tenía en su bolsillo: un cuchillo afilado, una cuerda, plata, chicles, pistola, balas, celular. Empezamos con el celular, ella dijo que no era el de ella y que no conocía los contactos.

Llegó la coartada, todos los familiares pasaron y dijeron por qué no la trataron de envenenar. Empezó la Señora Margarita:

- Yo no la envenené- dijo llorando- por qué lo haría si soy su madre, me enteré recién y vine corriendo, yo estaba en la heladería…

Pasó el Señor José:

-Estaba dibujando un plano de un edificio cuando me llamaron diciendo que mi hija estaba en graves problemas- Dijo muy enojado como si estuviera enfrentando al asesino.

Continuó Renata y con su voz aguda dijo:

- Yo estaba saliendo a comer con mis amigas cuando un guapo policía- le coqueteó con un guiño- me dijo que mi hermana estaba en problemas, entonces yo salí corriendo a ayudar

Siguió el ex esposo:

- Teníamos muchos problemas cuando estábamos juntos, discutíamos siempre y a ninguno de los dos nos gustaba eso. No tengo por qué envenenarla si fue una decisión de los dos cortar, además yo soy policía y trabajo en asesinatos.

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