-¿Viste algo del crimen que pasó en la casa de tu padre?
-¿Por qué creen que yo vi algo?- contestó el chico y no pasó mucho tiempo hasta que agregó– yo no sé quién mató a mi madre y secuestró a mis hermanos.
-Espera- dijo Rich –nunca dijimos qué había pasado ¿Cómo lo sabes?- agregó.
-Em…..lo pasaron por las noticias– contestó.
-Jajaja-se rio Rich -, no mientas, en las noticias no pasaron todavía.
-¿Y cómo lo sabes?- preguntó el chico
- Porque hemos estado ahí todo el día y no pasó ni un solo reportero- le contestó Rich
-Eh….. se pueden ir de mi casa.- dijo el chico
-Buen, pero necesito que firmes aquí y tu aclaración abajo por favor- le dije mostrándole una hoja y nos fuimos. Al irnos le dije a Richard:
- Che, se está haciendo de noche ¿lo seguimos mañana?.
-Dale- me contestó Richard
-¿Y vos, Julio?- le pregunté
-Bueno, buenas noches- me dijo.
Al llegar a casa le pregunté a Rich:
-¿No te parece muy raro todo esto?
-Sí, pero igual estamos a un pelo de descifrar el rompecabezas- me contestó.
La noche pasó en un parpadeo y cuando desayunábamos antes de juntarnos con Julio, justo tocó la puerta diciéndonos:
- Me han mandado una carta de rescate.
Desesperadamente la abrimos y decía:
“Si quieres volver a ver a tus hijos deberás pagar 1.000.000 de francos para mañana, si no tus hijos morirán. El tiempo corre y la vida de tus hijos está en tu manos”.
-¿1.000.000 de francos? Estamos perdidos- dijo Julio
- No aún- dijo Rich- Francis ¿aún tienes la firma del hijo de Julio?
-Sí, ¿por?
-Vamos a compararlas- dijo Richard
-Ok- le contesté, la verdad es que era una buena idea porque con eso podríamos descifrar quién era el culpable, las comparamos y Julio dijo:
- No puede ser mi…..
-Sí, tu hijo es el culpable- dijo Richard
-Vamos a la casa- dije yo y fuimos rápidamente.
Al llegar una nota colgaba de la puerta que decía:
“Papá, yo no maté a mamá ni secuestré a mis hermanos, no me pongas como sospechoso, confía en mí, tu hijo”.
- Bueno, ya sabemos que mi hijo no es ¿nos vamos?- dijo Julio
- Aguarda- contestó Richard- Jaja, tu hijo es muy listo Julio, pero no lo suficiente.
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres?- dijo Julio
- Me refiero a que tu hijo te está engañando, como una coartada usó tu confianza en él y aparte él fue el único que se dio cuenta solo de que tu esposa estaba muerta; como también al mirarte la última vez nos quiso evitar. También la letra de esta carta coincide con las otras- afirmó Richard, no sé cómo sacó una deducción así, pero (cuando lo pensé) tenía razón. La carta de rescate decía también en el lugar donde se ubicaba. Fuimos y nos encontramos al hijo de Julio con sus hermanos atados. Julio le dijo:
- Hijo, pero ¿por qué?
- Porque tú y mamá nunca me valoraron y mis hermanos siempre me molestaron.
- Entiendo, no te valoramos, pero siempre te amamos, no había necesidad de reaccionar así, ahora baja el arma, desata a tus hermanos y ven a darme un abrazo- dijo Julio.
El hijo desató a sus hermanos, pero no bajó el arma, la subió, se la puso en la cabeza y apretó el gatillo. Julio gritó:
-NOOOOOO- ya se había suicidado y su padre llorando dijo:
– Gracias por todo, pero ahora ya no me importa nada.