Johnson y rápidamente Barbie ocultó la evidencia en su bolso. El señor Johnson dijo:
-¿Qué me querían preguntar?
Y le contesté:
-…oh, nada solo queríamos ver la oficina del señor Sheefield, ¿podría guiarnos amablemente?
Y así nos guió a la oficina. Al entrar le dijimos si nos podía dejar solos. Sin contestar, abandonó la oficina y comenzamos la búsqueda.
>>En uno de los corchos que había en la oficina, Barbie encontró un papel que mostraba el camino hacia una puerta oculta que se encontraba detrás de la estufa. Los dos corrimos la estufa y nos encontramos con la misma puerta que estaba en el mapa. Miré la llave e intenté seguir los pasos que estaban tallados en ella. La puerta conducía a un cuartito. Cuando entramos en él estaban encerradas una mujer y una niña, la cual parecía ser su hija.
>>Cuando las ayudamos a salir del cuartito Barbie les preguntó:
-¿Cuáles son sus nombres?
-Nos llamamos Jésica y Mónica Sheefield.
Al escuchar su respuesta nos dimos cuenta de que eran familiares del señor Sheefield, y les pregunté:
-¿Qué hacen aquí?
Y ellas nos respondieron que el señor Johnson las había encerrado y que él había hecho que el señor Sheefield se suicidara por algo del dinero. Al escucharla me quedé impactado, en ese momento Bárbara me estaba llamando:
-¡Kevin, ven a ver esto!
Cuando me paré al lado de ella me estaba señalando una nota que estaba un el corcho:
“Señor Sheefield:
Me ha llegado su carta anunciando su renuncia y de la suma de dinero que estaba ganando. Esa suma se me hace muy interesante, por lo que decidí que usted me entregará ese dinero el día sábado a la 01:00 hs. en mi empresa, si quiere volver a ver a su mujer y a su hija.