Cuentos infantiles 1. | Página 2

En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanitos.

En este bosque, también vivía un lobo que siempre andaba persiguiendoles para comerselos. Y para estar más protegidos, decidieron hacerse cada uno una casa.

El más pequeño, con muchas ganas de jugar, decidió hacersela de paja para acabar cuanto antes. El mediano comenzó una casita de madera, y al ver a su hermano pequeño que ya había terminado, decidió acabarla deprisa para así poder ir a jugar con él. Mientras, el mayor, trabajaba en su bonita casa de ladrillo diciendoles:

- Tendríais que trabajar un poco más en vuestras casas, así no son fuertes y no resistirán si el lobo intenta hacer algo...

Pero los dos hermanitos seguían jugando.

Un bonito día, el lobo apareció.

El hermano menor estaba tocando la flauta tranquilamente, cuando el lobo saltó detrás de él. El cerdito, se asustó y fue corriendo a refugiarse a su casita de paja.El lobo, como no podía entrar, lleno sus pulmones y sopló y sopló y la casita derribó.

El cerdito salió corriendo a la casita de madera que habia construido su hermano el mediano.

-Tranquilo, no podrá entrar aquí- Le dijo a su hermano.

El lobo, hinchó todavía más sus pulmones de aire, y sopló y sopló y la casita también derribó.

Los dos hermanos, muy asustados, salieron muy deprisa de entre las ruinas de la casita hacia la casa de su hermano el mayor

- ¡Abre rápido que el lobo está aqui!- Gritaron los dos cerditos.

El hermano mayor les dejó entrar y cerró la puerta.

El lobo, entre risas, infló aun más sus pulmones y sopló y sopló y la casita no derrbó.

Al ver que no podría soplando, decidió entrar por la chimenea, pero el mayor de los cerditos se dió cuenta y encendió el fuego poniendo a hervir agua.

El lobo, cuando llegó a la chimenea, se tiró por ella para llegar hahsta dentro de la casita, con la suerte de que al caer, cayó justo encima del agua hirviendo, saliendo escaldado por patas de la casa.

Los cerditos, muy felices de haber espantado al lobo, se pusieron a cantar y bailar, pensando los dos más pequeños en cómo iban a hacer su nueva casita de ladrillo.

LOS TRES CERDITOS