Cuentos de los Herm anos Grimm
EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL
costa rica
El príncipe sintió el dolor más profundo y en su desesperación saltó de la torre; tuvo la fortuna de
no perder la vida, pero las zarzas en que cayó le atravesaron los ojos. Comenzó a andar a ciegas por
el bosque, no comía más que raíces y hierbas y sólo se ocupaba en lamentarse y llorar la pérdida
de su querida esposa. Vagó así durante algunos años en la mayor miseria, hasta que llegó al final
al desierto donde vivía Rapunzel en continua angustia. Oyó su voz y creyó conocerla; fue derecho
hacia ella, la reconoció apenas la hubo encontrado, se arrojó a su cuello y lloró amargamente. Las
lágrimas que humedecieron sus ojos, les devolvieron su antigua claridad y volvió a ver como antes.
La llevó a su reino donde fueron recibidos con gran alegría, y vivieron muchos años dichosos y
contentos.
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