Cuentos de los Herm anos Grimm
EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL
costa rica
-Por Dios, hermano, no bebas, pues te volverás tigre y me harías pedazos.
El hermanito no bebió aunque tenía mucha sed, y dijo:
-Esperaré hasta llegar a otra fuente.
Cuando llegaron a la segunda fuente, la oyó decir la hermanita:
-Quien de mi agua bebe, lobo se vuelve; quien de mi agua bebe, lobo se vuelve.
La hermanita le dijo:
-No bebas por Dios, hermanito, pues te volverías lobo y me comerías.
El hermanito no bebió, y dijo:
-Esperaré hasta que lleguemos a la primera fuente, pero entonces beberé aunque digas cuanto
quieras, pues estoy seco de sed.
Cuando llegaron a la tercera fuente, la hermanita la oyó murmurar estas palabras:
-El que de mi agua bebe, corzo se vuelve.
La hermanita le dijo:
-¡No bebas por Dios, hermanito, porque te volverías corzo y huirías de mí!
Pero el hermanito se había arrodillado cerca de la fuente y comenzó a beber; apenas tocaron sus
labios el agua se convirtió en corzo.
La hermanita echó a llorar sobre su pobre hermano encantado, y el pobre corzo lloraba también
sin menearse de su lado.
La niña le dijo por último:
-No tengas cuidado, mi querido corzo, que no me separaré de ti.
Entonces se quitó su liga dorada, e hizo un collar con ella al corzo, después arrancó algunos juncos
y tejió con ellos una soguilla, con la que ató al animal y se lo llevó metiéndose con él en un bosque.
Después de haber andado mucho tiempo, llegaron por último a una casita, donde entró la niña, y
habiendo visto que no estaba habitada, dijo:
-Aquí podemos detenernos y quedarnos a vivir.
Entonces buscó musgo para que pudiera descansar el corzo, y todas las mañanas salía, cogía raíces,
frutas salvajes y nueces, y cogía también yerbas frescas que comía el corzo en su mano y estaba
muy contento y saltaba de alegría delante de ella. Por la noche, cuando la niña estaba ya cansada, y
había rezado sus oraciones, reclinaba su cabeza en la espalda del corzo, que le servía de alfombra
y se dormía dulcemente, y se hubiese creído feliz con este género de vida, con sólo que su hermano
hubiera tenido todavía su forma humana.
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