CUENTOS HERMANOS GRIM cuentos_hermanos_grimm_edincr | Page 266

Cuentos de los Herm anos Grimm EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL costa rica -¿Adónde vas, Gallito?  -A enterrar a Gallinita.  -¿Me dejas que te acompañe en el coche?  -Sí, pero detrás tendrás que sentarte o mis caballitos no podrán llevarte. Sentóse la zorra detrás y sucesivamente subieron el lobo, el oso, el ciervo, el león y todos los animales del bosque. Y así continuó la comitiva hasta llegar a un arroyo.  -¿Cómo lo cruzaremos? -preguntó Gallito.  He aquí que había allí una paja, la cual dijo:  -Me echaré de través y podréis pasar por encima de mí.  Pero no bien los seis ratones hubieron llegado al centro del puente, hundióse la paja, cayéndose al río, y con ella, los seis ratones, que se ahogaron. Ante el apuro, acercóse una brasa de carbón y dijo:  -Yo soy lo bastante larga para llegar de una orilla a la otra, pasaréis sobre mí.  Y se atravesó encima del agua; pero, habiendo tenido la desgracia de tocarla un poco, dejó oír un siseo y quedó muerta.  Al verlo una piedra, sintió compasión y deseosa de ayudar a Gallito, púsose a su vez sobre el agua. Uncióse el propio Gallito al coche y cuando ya casi tenía a Gallinita en suelo firme, al disponerse a arrastrar a los que iban detrás, como era excesivo el peso de todos, desplomóse el coche y todos cayeron al agua y se ahogaron. Gallito se quedó solo con Gallinita; cavóle una sepultura, la enterró en ella y erigióle un túmulo encima. Posándose luego en su cumbre, estuvo llorándola hasta que se murió. Y helos aquí muertos a todos. 266