CUENTOS HERMANOS GRIM cuentos_hermanos_grimm_edincr | Page 175

Cuentos de los Herm anos Grimm EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL costa rica Al cabo de los tres días quiso volverse decididamente: le llenaron los bolsillos de oro y la condujeron hasta la puerta de su subterráneo. Al llegar a casa de sus amos, quiso ponerse a trabajar porque encontró la escoba en el mismo sitio en que la había dejado. Pero halló en la casa personas extrañas que le preguntaron quién era y lo que quería. Entonces supo que no había permanecido tres días como creía, sino siete años enteros en casa de los enanos y que durante este tiempo habían muerto sus amos. III Un día los enanos le quitaron a una mujer su hijo que estaba en la cuna y pusieron en lugar suyo un pequeño monstruo que tenía una cabeza muy grande y unos ojos muy feos, y que quería comer y beber sin cesar. La pobre madre fue a pedir consejo a su vecina, la que le dijo que debía llevar el monstruo a la cocina, ponerle junto al fogón, encender lumbre a su lado, hacer hervir agua en dos cáscaras de huevo y que esto haría reír al monstruo, y si se reía una vez se vería obligado a marcharse. La mujer siguió el consejo de su vecina. En cuanto vio a la lumbre las cáscaras de huevo llenas de agua, exclamó el monstruo. Yo no he visto nunca aunque soy muy viejo, poner a hervir agua en cáscaras de huevo. Y partió dando risotadas. Enseguida vinieron una multitud de enanos que trajeron al verdadero niño, le depositaron en la chimenea y se llevaron su monstruo consigo. 175