El gato con botas.
Charles Perrault-París, Francia.
El hijo pequeño de un molinero se lamentaba de su suerte, pues
además de haberse quedado sin padre, por toda herencia había
recibido un gato gris.
-Si consigues unas botas y un sombrero para mí –le dijo un día el
gato a su sorprendido dueño-, verás en poco tiempo todas las
cosas que yo puedo hacer por ti.
Con un saco y una zanahoria el gato preparó una trampa y cogió
un conejo gordo y orondo.
gato-botas-cortoDespués, se presentó ante el rey. –Majestad –le
informó el gato-, mi amo os envía este conejo, uno de los miles
que hay en sus campos.
Al monarca le parecía increíble lo bien que se expresaba un gato.
-¿cómo has dicho que se llama tu amo?
-¡El marques de carabás! –respondió con orgullo el gato.
-Amo –le dijo un día el gato con botas a su dueño-, de bes casarte
con la hija del rey.
-¿Y cómo un pobre como yo podría casarse con una princesa?
-Sigue mis instrucciones.
Hoy a las doce en punto debes meterte en el río y estarte
calladito. El chico no entendía nada, pero obedeció.
El gato sabía que era costumbre del rey pasar todos los días a las
doce en punto de la mañana en su carroza por el puente que
0había sobre el río.
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