La bolsa con dos reales. Ion Creanga- Rumania.
La bolsa con dos reales. Ion Creanga- Rumania.
Había una vez un hombre y una mujer. La mujer tenía una gallina y el hombre un gallo. La gallina hacía dos huevos cada día, en cambio el gallo, ya se sabe, pues ninguno. La rica mujer comía todos los días huevos fritos, en cambio el hombre, nada. Un día perdió su paciencia y le dijo: – Buena mujer, dame por favor un huevo para tener comida para hoy. – Hala. Pues como que no. Y no, no quiso darle. – ¿ Qué tengo que hacer para que mi pobre gallo ponga un huevo? – Pues pégale una bofetada y te pondrá huevos. Sin pensárselo dos veces, cogió al gallo y le pegó una bofetada. El pobre gallo asustado, sin saber por qué le llegaba todo eso, salió corriendo de casa. Pero mientras salía ha oído como su amo le decía: – Si no pones huevos, para qué darte de comer. – ¡ Anda! Sale por los caminos de alrededor, triste y decepcionado porque su amo le hizo eso. Caminando, caminando encontró una bolsa por el camino. Muy contento la coge en su pico y vuelve a su casa. Caminando contento de encontrar algo se le acerca por detrás una carroza con un noble y unas damas. Le llamó la atención al marqués el gallo como caminaba, muy contento y con una bolsa. Y le dijo al conductor: – Baja, por favor, y tráeme esa bolsa del pico de gallo. Sin más, obedeció el conductor. Baja, coge al gallo, le quita la bolsa, le deja suelto y ¡ hala!, a seguir caminando. Pero el gallo no entendió tampoco por qué. Él quería su bolsa. Furioso empieza a cantar: Cucurigú, cucurigú, dame mi bolsa Cucurigú, cucurigú, dame mi bolsa. Pues una y otra vez, se cansa el marqués y dijo otra vez al conductor: – Baja ahora mismo y mira esa fuente. ¡ Tira al gallo allí para quitárnoslo de encima! Sin más, obedeció el conductor. Lo coge, lo tira al pozo: – ¡ Hala!, allí te quedas. Y siguió su camino la carroza del noble. El gallo se ve en apuros, en un gran apuro. – ¿ Qué hago? ¿ Qué hago? Y se tragó toda el agua del pozo. ¡ Hala! Sale como un volcán del pozo y sigue la carroza. Llega ya muy cerca y sigue cantando con más fuerza: Cucurigú, cucurigú, dame mi bolsa Curcurigu, cucurigú, dame mi bolsa.
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