Sube. Iremos los dos juntos, aunque vayamos un poco más despacio.
Nico subió de un salto. Los niños se abrazaron alegres, pero apenas pudieron
hacer nada más. ¡Su coche tronó como un cohete, y salió a la velocidad del rayo!
Aquella carrera rompió todos los récords conocidos y, durante esa misma
temporada, Nico y su amigo arrasa ron en cuantas competiciones participaron,
convirtiéndose en ídolos de grandes y pequeños, y paseando felices su amistad y
sus buenos sentimientos por todos los rincones del mundo.
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