Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 59 N°1 | Page 59

ORIGINALES: Salud y Ambiente III. UN PROCESO INÉDITO DE NEGOCIACIÓN ser la más desigual del mundo y cuyo pilar am- biental es crítico en su economía y en la cosmovi- sión de numerosos pueblos originarios. Asimismo resalta el hecho que los países finalmente hayan logrado aunar posiciones y consensuar disposicio- nes vinculantes en temas ambientales. El alcanzar este logro requirió el levantamiento del estado de situación de los derechos de acceso así como de las opciones disponibles para su fortalecimiento. La constatación de una “Aldea Global” se re- cogió en la Declaración propuesta por Chile al enfatizar que “los desafíos ambientales que enfrenta- mos en nuestras naciones, y a nivel regional y mundial, requieren de una acción mucho más concertada, proac- tiva y eficaz de la comunidad de las naciones y de los organismos internacionales.” Los países establecieron en todo caso que se reconocerían las condiciones particulares de cada uno en el examen de iniciativas legales, políticas, diagnósticos y prácticas. Gracias al documento elaborado por la CEPAL (CEPAL, 2013), que fue consultado con gobiernos y so- ciedad civil, los países y el público participante pudieron dialogar sobre una base de informa- ción común que se sumaba a sus propios le- vantamientos y estudios. Cabe subrayar que dicho diagnóstico se complementaría con más publicaciones (CEPAL, 2016) culminando en el Observatorio Regional del Principio 10 admi- nistrado por CEPAL. Esta plataforma se dis- tingue por cuanto es una fuente de leyes, políti- cas, jurisprudencia y tratados sobre democracia ambiental y fue un referente de consulta cons- tante en la negociación y un antecedente nítido para establecer un Centro de Intercambio de Información en el Acuerdo de Escazú. Del mismo modo, estos diagnósticos per- mitieron identificar avances y brechas que se tradujeron en numerosas instancias de coope- ración. Así se desarrollaron más de 20 activida- des en distintos países precisando los temas que configuran la democracia ambiental y desarro- llando su vinculación con desafíos tales como el desarrollo sostenible y el cambio climático. En definitiva, la línea de base que reflejaba la situación particular de la Región más el ho- rizonte de perfeccionarla enmarcan los están- dares que se negociarían según se describe a continuación. El hablar de Escazú es reconocer además que el medio ambiente se beneficia de un multilate- ralismo basado en la buena fe, la inclusión y la transparencia. Las modalidades de negociación merecen ser resaltadas como un elemento que influyó en el resultado de Escazú. La etapa preparatoria con- tó con una Mesa Directiva integrada por Chile como Presidencia, México como Vice presiden- cia y República Dominicana como Relatoría, pero además el Plan de Acción estableció dos grupos de trabajo(CEPAL, abril 2013). El primero, sobre fortalecimiento de capacidades y cooperación - liderados por Colombia y Jamaica- y el segundo sobre derechos de acceso e instrumento regional liderados- por Brasil y Costa Rica-. La confor- mación de grupos también se extendió a la eta- pa de negociación por lo que junto con la Mesa Directiva, ahora integrada por Chile y Costa Rica como copresidentes, y la Argentina, México, el Perú, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tabago, se establecieron distintas coordinacio- nes para cada derecho de acceso y para disposi- ciones específicas 6 . Bajo esa lógica, el Comité de Negociación se reunió presencialmente en nueve ocasiones, la mayoría de las veces en nuestro país, y realizó seis reuniones virtuales. Este sistema de plenarias, reuniones inter sesionales y grupos de trabajo permitió que se pudiesen profundizar las materias, despejar aprehensiones y contar con ex- pertos facilitando así la adopción de acuerdos. Pero principalmente este proceso hizo historia por las novedosas modalidades de participación del público que contribuyeron a la legitimidad y transparencia de Escazú. Las reglas acordadas, en su gran mayoría de autoría del mismo públi- co, procuraron involucrar a todos los interesa- dos e interesadas, permitiendo canalizar distintos planteamientos en instancias que además fueron abiertas. Así, en las reuniones llevadas a cabo la palabra se otorgó en el orden solicitado por los participantes, independientemente de que se tra- tara de un delegado de gobierno, un representante de un organismo internacional o una persona del público. A su vez, se adoptó una amplia definición de público, conceptualizándolo como “cualquier 6  Así, el derecho de acceso a la información fue coordinado por México y Trinidad y Tabago, el acceso a la participación por Argentina y Perú y el acceso a la Justicia por Brasil y Chile. Además se recibieron propuestas para el Preámbulo de Chile, Costa Rica, Argentina, Perú, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tabago; para Definiciones (Art. 2) de Colombia, Jamaica, Argentina, Chile y Costa Rica; para Disposiciones Generales (Art. 4) de Chile y Argentina y Costa Rica; para fortalecimiento de capacidades de Costa Rica y San Vicente y las Granadinas (Art. 10) y, finalmente, para los arreglos institucionales y disposiciones finales de Chile y Costa Rica. 57 Cuad Méd Soc (Chile) 2019, 59 (1): 55-62