ORIGINALES:
Salud y Ambiente
III. UN PROCESO INÉDITO DE
NEGOCIACIÓN
ser la más desigual del mundo y cuyo pilar am-
biental es crítico en su economía y en la cosmovi-
sión de numerosos pueblos originarios. Asimismo
resalta el hecho que los países finalmente hayan
logrado aunar posiciones y consensuar disposicio-
nes vinculantes en temas ambientales. El alcanzar
este logro requirió el levantamiento del estado de
situación de los derechos de acceso así como de
las opciones disponibles para su fortalecimiento.
La constatación de una “Aldea Global” se re-
cogió en la Declaración propuesta por Chile al
enfatizar que “los desafíos ambientales que enfrenta-
mos en nuestras naciones, y a nivel regional y mundial,
requieren de una acción mucho más concertada, proac-
tiva y eficaz de la comunidad de las naciones y de los
organismos internacionales.”
Los países establecieron en todo caso que se
reconocerían las condiciones particulares de
cada uno en el examen de iniciativas legales,
políticas, diagnósticos y prácticas. Gracias al
documento elaborado por la CEPAL (CEPAL,
2013), que fue consultado con gobiernos y so-
ciedad civil, los países y el público participante
pudieron dialogar sobre una base de informa-
ción común que se sumaba a sus propios le-
vantamientos y estudios. Cabe subrayar que
dicho diagnóstico se complementaría con más
publicaciones (CEPAL, 2016) culminando en el
Observatorio Regional del Principio 10 admi-
nistrado por CEPAL. Esta plataforma se dis-
tingue por cuanto es una fuente de leyes, políti-
cas, jurisprudencia y tratados sobre democracia
ambiental y fue un referente de consulta cons-
tante en la negociación y un antecedente nítido
para establecer un Centro de Intercambio de
Información en el Acuerdo de Escazú.
Del mismo modo, estos diagnósticos per-
mitieron identificar avances y brechas que se
tradujeron en numerosas instancias de coope-
ración. Así se desarrollaron más de 20 activida-
des en distintos países precisando los temas que
configuran la democracia ambiental y desarro-
llando su vinculación con desafíos tales como
el desarrollo sostenible y el cambio climático.
En definitiva, la línea de base que reflejaba
la situación particular de la Región más el ho-
rizonte de perfeccionarla enmarcan los están-
dares que se negociarían según se describe a
continuación.
El hablar de Escazú es reconocer además que
el medio ambiente se beneficia de un multilate-
ralismo basado en la buena fe, la inclusión y la
transparencia.
Las modalidades de negociación merecen ser
resaltadas como un elemento que influyó en el
resultado de Escazú. La etapa preparatoria con-
tó con una Mesa Directiva integrada por Chile
como Presidencia, México como Vice presiden-
cia y República Dominicana como Relatoría, pero
además el Plan de Acción estableció dos grupos
de trabajo(CEPAL, abril 2013). El primero, sobre
fortalecimiento de capacidades y cooperación -
liderados por Colombia y Jamaica- y el segundo
sobre derechos de acceso e instrumento regional
liderados- por Brasil y Costa Rica-. La confor-
mación de grupos también se extendió a la eta-
pa de negociación por lo que junto con la Mesa
Directiva, ahora integrada por Chile y Costa Rica
como copresidentes, y la Argentina, México, el
Perú, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y
Tabago, se establecieron distintas coordinacio-
nes para cada derecho de acceso y para disposi-
ciones específicas 6 . Bajo esa lógica, el Comité de
Negociación se reunió presencialmente en nueve
ocasiones, la mayoría de las veces en nuestro país,
y realizó seis reuniones virtuales. Este sistema de
plenarias, reuniones inter sesionales y grupos de
trabajo permitió que se pudiesen profundizar las
materias, despejar aprehensiones y contar con ex-
pertos facilitando así la adopción de acuerdos.
Pero principalmente este proceso hizo historia
por las novedosas modalidades de participación
del público que contribuyeron a la legitimidad y
transparencia de Escazú. Las reglas acordadas,
en su gran mayoría de autoría del mismo públi-
co, procuraron involucrar a todos los interesa-
dos e interesadas, permitiendo canalizar distintos
planteamientos en instancias que además fueron
abiertas. Así, en las reuniones llevadas a cabo la
palabra se otorgó en el orden solicitado por los
participantes, independientemente de que se tra-
tara de un delegado de gobierno, un representante
de un organismo internacional o una persona del
público. A su vez, se adoptó una amplia definición
de público, conceptualizándolo como “cualquier
6 Así, el derecho de acceso a la información fue coordinado por México y Trinidad y Tabago, el acceso a la participación por
Argentina y Perú y el acceso a la Justicia por Brasil y Chile. Además se recibieron propuestas para el Preámbulo de Chile, Costa
Rica, Argentina, Perú, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tabago; para Definiciones (Art. 2) de Colombia, Jamaica,
Argentina, Chile y Costa Rica; para Disposiciones Generales (Art. 4) de Chile y Argentina y Costa Rica; para fortalecimiento de
capacidades de Costa Rica y San Vicente y las Granadinas (Art. 10) y, finalmente, para los arreglos institucionales y disposiciones
finales de Chile y Costa Rica.
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Cuad Méd Soc (Chile) 2019, 59 (1): 55-62