Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 59 N°1 | Page 50

para la “Estrategia”. Me ordenó explicarle el asunto al Subdirector Nacional. La Subdirección Nacional revisaría lo propuesto en la “estrate- gia” por su jerarquía superior a la Subdirección Regional. Cuento corto: me espetó ¡qué tenía que ver esto con salud!, luego exclamó “¡Así no puede haber desarrollo!” sic. Le expliqué que conside- rar los aspectos ecológicos en el desarrollo era la única etapa que nos diferenciaría del desarrollo in- dustrial de los países más avanzados, que después de los daños producidos por ellos, ya “venían de vuelta” con acciones para mitigar los daños. Ignoraba que había que considerar salubridad, existiendo un departamento especializado en el MINSAL, una escuela de salubridad, etc., etc. Le exprese que los planes de salubridad del MINSAL nos habían diferenciado del resto de América Latina, igualmente el SAG por sanidad pecuaria y vegetal. Que Chile tenía condiciones muy favo- rables para desarrollar en corto plazo una agroin- dustria e industria de alimentos pesqueros. Que convenía adoptar la reglamentación internacional del uso de envases y etiquetas, lo que facilitaría la exportación a futuro… Continúe agregando mu- chas otras explicaciones, todo fue inútil. Pocos días después, mandó a pedir el capítulo en cuestión aduciendo que quería leerlo, yo sólo tenía el manuscrito. Fui conminada a entregarlo de inmediato, sin tiempo para ir a una fotocopia- dora. Le manifesté mis aprensiones al Subdirector Regional, él pecó de ingenuo, le creyó a su jefe que lo devolvería a la brevedad. Pocos días después me entero que lo botó al canasto de los papeles… El tema quedó fuera de la “Estrategia”, ¡cuánto daño se habría evitado si el planteamiento seña- lado se hubiese tomado en cuenta! ¡Si se hubie- sen implementado y perfeccionado! Ventanas no estaría haciendo noticia por envenenar gente… ¡Cuantos culpables por décadas quedarán impu- nes por graves daños a seres inocentes y atentar contra la naturaleza! Hará unos diez años que asistí a una clase ma- gistral que dio Antonio Horvath Kiss a los titula- dos de un post grado internacional en la facultad de arquitectura de la U. de Chile. Versó sobre el medio ambiente y la responsabilidad que nos ata- ñe de cuidarlo, de no dañarlo. Tenía un archivador con estudios de lugares dañados gravemente en nuestro territorio, citó varios casos. Los escritos tenían volumen como de 10 cm o más de espesor, ¡así habían aumentado de 5 casos en 1975 a “n”! ¡Cuántos más habrá agregado hasta poco antes de su muerte! Como todos saben, el avance de la ciencia y Schlack N. la tecnología ha sido enorme en estos 43 años, incluidos los avances en mitigación de contami- nación ambiental. En este aspecto más aun des- de el término de la guerra fría buena parte de las empresas dedicadas a la industria bélica derivaron rápidamente a la investigación y producción para aminorar y/o eliminar la contaminación. ¡Cuánta inteligencia dedicada al tema! No hay excusas para los que no toman las decisiones apropiadas para no dañar el entorno y a todos los seres vivientes. Lamentablemente mi vivencia de 1975 relatada aquí no es la única en cuanto a autoridades renuen- tes e insensibles ante el daño a seres humanos y a ecosistemas, aún peor: sufrir animadversión de je- fes(as) por proponer iniciativas de ahorro de ener- gía, sistemas de energía renovable, enseñanzas de cultivos orgánicos a partir de párvulos, etc., etc. Al menos acordamos con el presidente del instituto de ecología en 1976, que se abordará la enseñanza del cuidado del medio ambiente en todos los gra- dos de educación en el MINEDUC. La idea era que se abordara principalmente en forma viven- cial en contacto con la naturaleza. Poco después el profesional del MINEDUC (abogado) se trasladó a otra secretaría de estado y la iniciativa la trans- formaron en un lato y árido ramo de ecología en 4° medio. Así se perdió todo el sentido del asunto, pese a todos los escollos hoy hay una población dispuesta a proteger la naturaleza. Debiéramos ser mayoría…. Me preocupa: ¿Cuántos altos ejecutivos serán los que carecen de la sensibilidad frente al dolor ajeno incluyendo daños a la naturaleza? Es decir mentes limítrofes en lo psicopático, bien lo saben los penalistas de países desarrollados que aquellos que maltratan animales poseen mentes criminales. Ameritaría medir la sensibilidad frente al dolor de otros mediante resonancia nuclear magnética funcional para que se tomen las precauciones del caso a fin de que ese tipo de personas no ocupen cargos representativos ni ejecutivos en los pode- res del estado, evitaríamos desde gobernantes psi- cópatas a ejecutivos en la administración del esta- do. Así evitaríamos dramas y tragedias. Ventanas es un triste ejemplo de indolencia histórica e insensibilidad. A la situación dramática que se llegó en Quintero - Ventanas - Puchuncaví por décadas por deci- siones erróneas de las autoridades de turno, se agrega la impactante información difundida am- pliamente por los medios. Aquella que establecie- ron erróneamente estándares permisivos lejos de los aplicados en países desarrollados para hacer posible el funcionamiento de una termoeléctrica 48