el apoyo y reconocimiento para el trabajo de las
personas, asociaciones, organizaciones o grupos
que promueven la protección del medio ambien-
te. En específico, Escazú contempla la protección
de los defensores de derechos humanos en asun-
tos ambientales estableciendo que: (a) se garanti-
zará un entorno seguro y propicio; (b) se tomarán
medidas adecuadas y efectivas para reconocer,
proteger y promover sus derechos y (c) se toma-
rán medidas oportunas y efectivas para prevenir,
investigar y sancionar ataques, amenazas e intimi-
daciones. Al respecto, estudios de Global Witness
dan cuenta que más de 200 activistas ambientales
fueron asesinados el 2017 siendo esta Región la
más peligrosa al concentrar más del 60% de estos
ataques (GlobalWitness, 2017). En Chile no se
han adoptado medidas especiales al respecto a pe-
sar de situaciones tan graves que aún están por de-
terminarse cómo lo son los decesos de Macarena
Valdés y Alejandro Castro.
Corresponde consignar que Chile siempre
abogó en favor de la debida ambición de las dis-
posiciones bajo negociación. Pero además tem-
pranamente indicó que la naturaleza de este ins-
trumento debía ser vinculante. Ello en línea con
lo postura defendida siempre por el público y
coincidente con la opinión de más de quince ex-
pertos de Naciones Unidas quienes nos instaron a
los negociadores a adoptar “un tratado u otro instru-
mento vinculante, ya que ésta sería la mejor forma de pro-
mover la implementación efectiva de los derechos de acceso y
el desarrollo sostenible, y de asegurar que este instrumento
fortalezca las capacidades de las instituciones públicas y la
sociedad civil” 8 .
respondida por Antigua y Barbuda, Argentina,
Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala,
Guyana, Haití, México, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, Santa Lucía y Uruguay
quienes demostraron así su compromiso con el
medio ambiente, la buena gobernanza y el mul-
tilateralismo. La ausencia inesperada de nuestro
país, promotor del Acuerdo y quien liderara toda
la negociación, causó la consiguiente sorpresa en
la comunidad nacional como internacional. El
desconcierto es aún mayor por cuanto, según el
mandato de los países, Chile tendría que estar en
estos momentos liderando la entrada en vigor del
Tratado de Escazú. Tampoco se entiende des-
pués que la Cancillería invitara a su suscripción,
que el Ministerio del Medio Ambiente lo resaltara
en su proyecto de ley para modernizar el Sistema
de Evaluación de Impacto Ambiental y que S.
E. el Presidente se congratulara ante Costa Rica
por el liderazgo por ambos desplegado (Prensa
Presidencia 2018, Camara de Diputados 2018,
Ministerio de Relaciones Exteriores, junio de
2018 ).
Todo lo anterior en un contexto de serios pro-
blemas ambientales globales y locales que exigen
decisiones efectivas pero además legítimas e in-
clusivas. Basta con pensar en la situación dramáti-
ca de las llamadas “zonas de sacrificio” tales como
Quintero y Puchuncaví para aceptar que requeri-
mos de Escazú.
Luego de siete días, en que los medios destaca-
ron “razones de oportunidad” (aludiendo al fallo
pendiente ante la Corte Internacional de Justicia
por disputa con Bolivia por salida al mar), el
Ministerio de Relaciones Exteriores junto a la car-
tera de Medio Ambiente explicaron que algunas
disposiciones del Tratado estaban siendo re-ana-
lizadas. En lo principal, el comunicado aludió,
aunque sin profundizar en ello, a que ya se cum-
plían con las disposiciones del Acuerdo. Además
que surgían aprehensiones respecto al sistema
de resolución de controversias y a la referencia
a los países sin litoral (Ministerio de Relaciones
Exteriores, octubre de 2018).
Ya hemos ejemplificado alguna de las falencias
de Chile. Por su parte, en línea con más de una
decena de acuerdos suscritos por Chile, la reso-
lución de controversias de Escazú dispone que si
surge una controversia de interpretación o apli-
cación las partes se esforzarán por resolverla por
medio de la negociación o cualquier otro medio
V. LA INESPERADA INDECISIÓN DE
CHILE
“Este acuerdo era necesario. La democracia no tiene
que ver solamente con la participación, sino también con
qué hacemos nosotros con nuestros recursos, cómo nos mi-
ramos hacia el futuro. Invito a los países que no han fir-
mado para que lo hagan en el menor plazo posible, para
que muy pronto, cuando tengamos ya las ratificaciones
correspondientes, el Acuerdo de Escazú ya esté vigente
como un paso sustantivo en la democracia de la región.”
Epsy Campbell, Vicepresidenta y Ministra de
Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica 9 .
El pasado 27 de septiembre se abrió para
la firma el Tratado de Escazú motivando este
llamado de Costa Rica. Invitación que ya fue
8 Declaración de los expertos de Naciones Unidas sobre la negociación de CEPAL de un instrumento regional sobre democra-
cia ambiental 22 de Octubre 2015
9 Palabras pronunciadas en la apertura de la firma del Tratado el 27 de septiembre del 2018 en Nueva York
Nalegach C.
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