Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 45

ORIGINALES: Migración y Salud correspondieron a aquellos publicados en los últi- mos cinco años, provenientes de revistas del área de la salud y de las ciencias sociales. aún más la importancia de la salud mental en ado- lescentes (12). Otros temas de salud importantes para este grupo están referidos a salud sexual y reproductiva, salud nutricional, sedentarismo, en- fermedades crónicas, enfermedades oncológicas, discapacidad y salud bucal (12). Estas áreas de la salud están a su vez vinculadas a ciertas conduc- tas que se dan en adolescentes, conceptualizadas como “conductas de riesgo”, entre ellas, consu- mo de drogas y alcohol, conductas sexuales, entre otras (14). ADOLESCENCIA Y JUVENTUD: DEFINICIONES Y ALCANCES La adolescencia ha sido definida desde la Organización Mundial de la Salud como el pe- ríodo de crecimiento y desarrollo humano com- prendido entre los 10 y 19 años de edad, etapa que ha sido entendida como una fase que separa al individuo de la niñez y la adultez (7). Durante este periodo se producen una gran cantidad de cambios biológicos, psicológicos y sociales en los seres humanos, los cuales comienzan y se mani- fiestan de distinta manera durante la adolescencia. Cabe considerar que la adolescencia es un proceso altamente variable que muestra diferencias y espe- cificidades derivadas de factores como el sexo y etnia de él y la adolescente, del ambiente en que se produce (nivel socioeconómico y educacional, cultural, entre otros), del género, la religión, en- tre otras variables sociales y también individuales propias de cada ser (8). De esta manera, si bien no existe uniformidad en la terminología utilizada para designar esta etapa de la vida, se suelen iden- tificar tres etapas de desarrollo durante esta fase: adolescencia temprana (10 a 13 años), media (14 a 16 años) y tardía (17 a 19 años) (9). En Chile, de acuerdo a los datos entregados por el último Censo realizado en el año 2017, la pobla- ción adolescente del país (entre los 10 y 19 años de edad) es de 2.392.112 personas. Un 3% de di- cha población corresponden a adolescentes naci- dos fuera del país (10). De acuerdo con datos de la Encuesta Casen del año 2017, los y las adolescen- tes (junto con niños y niñas) representan el grupo con mayor porcentaje de personas en situación de pobreza en el país, lo que significa que son uno de los grupos sociales más vulnerables (11). Al igual que en el resto de la región, en el país la principal causa de muerte en adolescentes de 10 a 19 años son las externas (accidentes, homicidios y suici- dios) correspondiendo a un 60% de éstas (12). Un tema relevante en la salud de adolescentes y jóve- nes en Chile es el de salud mental. Según datos de la Octava Encuesta Nacional de la Juventud, uno de cada cuatro jóvenes reconoce haberse sentido triste, desanimado o deprimido el último mes, aun cuando solo un 14% reporta recibir algún tipo de tratamiento de salud mental (13). Cabe destacar el aumento sostenido del suicidio en este grupo de la población en los últimos años, lo cual releva ENFOQUES TEÓRICOS PARA ABORDAR A LA POBLACIÓN ADOLESCENTE Existen diferentes enfoques o paradigmas des- de donde abordar a la población adolescente. Por una parte, los enfoques tradicionales entienden la adolescencia como un periodo preparatorio, en la que los individuos tienen como objetivo final de esta fase del ciclo vital el preparase para in- gresar al mundo adulto (15). Este enfoque tiende a invisibilizar los contenidos propios de la ado- lescencia y, por ende, niega el reconocimiento de los y las adolescentes en tanto sujetos sociales y de participación en la toma de decisiones (16). Estas miradas sobre la adolescencia se basan en supuestos adultocéntricos, es decir, en posiciones centradas en las creencias y valoraciones de los adultos, lo cual fomenta una relación asimétrica y tensional de poder entre adultos y adolescentes (17). Las visiones adultocéntricas facilitan el que la adolescencia sea comprendida principalmen- te desde conductas disruptivas entendidas como comportamientos de riesgo o peligro, entre ellas, sexualidad problemática, embarazo no planifica- do, delincuencia, consumo y tráfico de drogas, deserción escolar, entre otros aspectos negativos (17,18). Esto conlleva el que las acciones dirigidas hacia los y las adolescentes se centren en la pre- vención y eliminación de los problemas o peligros a los que se ven expuestos, más que en el fomen- to de su desarrollo integral (19). De acuerdo con Le Breton, la expresión de “comportamientos de riesgo” pertenece al vocabulario de la salud pú- blica, es una noción estadística y sociológica, que deja de lado la percepción de riesgo, o la noción misma del riesgo que emerge desde el mundo adolescente (20). El autor sostiene que el término de comportamientos de riesgo está desfasado de la experiencia del adolescente, ya que para ellos/ as la cuestión central no es el riesgo, sino el su- frimiento del que buscan salir (20), aludiendo al 43 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (4): 41-49