Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 36

Figura 1. Hipótesis sobre la relación entre migración, movilidad poblacional y diseminación de infecciones Rutas migratorias Diseminación de infecciones Magnitud de las migraciones Bronfman M, Leyva R, Negroni M. Movilidad poblacional y VIH/SIDA: contextos de vulnerabilidad en México y Centroa- mérica. Instituto Nacional de Salud Pública. 2004 Cuernavaca, México. 2004 CONCEPTOS SOBRE LA RELACIÓN MIGRACIÓN-SALUD de la diseminación de los riesgos y problemas de salud. Sobre este tema, la historia de la medici- na y de la salud pública, cuenta con numerosos ejemplos que nos ayudan a comprender su desa- rrollo e implementación de políticas de salud para el “control” –cuarentenas- de enfermedades que implican el aislamiento de las personas o pobla- ciones en riesgo ente diferentes problemas de sa- lud (1,2,3). Bajo esta perspectiva histórica, tuvo su origen el “El Reglamento Sanitario Internacional («RSI» o «Reglamento») fue adoptado por la Asamblea de la Salud en 1969,1 con el precedente del Reglamento Sanitario Internacional (International Sanitary Regulations) adoptado por la Cuarta Asamblea Mundial de la Salud en 1951. El Reglamento de 1969, que inicialmente abarcaba seis «enferme- dades cuarentenables», fue modificado en 1973 y 1981, fundamentalmente para reducir de seis a tres el número de enfermedades comprendidas (fiebre amarilla, peste y cólera) y para reflejar la erradicación mundial de la viruela.” (4). La estructura conceptual del Reglamento se basa en la identificación de potenciales portadores del agente infeccioso y sobre ellos estructura pro- cedimientos focalizados, que se orientan a reducir o inhibir los contactos, que pueden concentrarse en vectores y/o humanos. La “erradicación” has- ta “el control” de las enfermedades correspon- de a un amplio abanico de perspectivas sobre el abordaje de los problemas de salud que afectan a grupos poblacionales, y que de manera reciente se han considerado daños globales en salud. Ante En la actualidad, la migración se ha abordado como un fenómeno social global con efectos la salud, que afecta de manera diferenciada a la po- blación de las distintas regiones del mundo. No obstante, en términos prácticos, desde la perspec- tiva epidemiológica y toma de decisiones más tra- dicional predomina la noción que considera la mi- gración como un fenómeno que puede contribuir a la diseminación de infecciones y a incrementar riesgos globales en la salud (Figura 1). De acuerdo con esta perspectiva, se proponen dos elementos clave relacionados con la magnitud y la dinámica de movilidad poblacional que puede contribuir a entender este proceso: a) el incremento y diver- sidad de rutas migratorias y, b) la magnitud po- blacional en movimiento a nivel global, regional o local. Esta combinación de factores tiene un carácter sensorial (se puede ver y cuantificar) y, desde una perspectiva epidemiológica tradicional se le brin- da un atributo de causalidad para explicar resulta- dos en salud. Esta hipótesis ha sido aplicada y re- plicada desde antes de Cristo, y ha servido como elemento operativo para el diseño de programas de control de enfermedades de carácter infeccio- so-parasitario, cuyo mecanismo de diseminación coloca a migrantes en un rol equivalente a vecto- res, sobre los cuales hay que ejercer mecanismos o procedimientos de control para reducir al máxi- mo su movilidad, y en consecuencia el control Leyva R. 34