Figura 1. Hipótesis sobre la relación entre migración, movilidad poblacional y diseminación de
infecciones
Rutas migratorias
Diseminación de
infecciones
Magnitud de
las migraciones
Bronfman M, Leyva R, Negroni M. Movilidad poblacional y VIH/SIDA: contextos de vulnerabilidad en México y Centroa-
mérica. Instituto Nacional de Salud Pública. 2004 Cuernavaca, México. 2004
CONCEPTOS SOBRE LA RELACIÓN
MIGRACIÓN-SALUD
de la diseminación de los riesgos y problemas de
salud. Sobre este tema, la historia de la medici-
na y de la salud pública, cuenta con numerosos
ejemplos que nos ayudan a comprender su desa-
rrollo e implementación de políticas de salud para
el “control” –cuarentenas- de enfermedades que
implican el aislamiento de las personas o pobla-
ciones en riesgo ente diferentes problemas de sa-
lud (1,2,3).
Bajo esta perspectiva histórica, tuvo su origen el
“El Reglamento Sanitario Internacional («RSI» o
«Reglamento») fue adoptado por la Asamblea de la
Salud en 1969,1 con el precedente del Reglamento
Sanitario Internacional (International Sanitary
Regulations) adoptado por la Cuarta Asamblea
Mundial de la Salud en 1951. El Reglamento de
1969, que inicialmente abarcaba seis «enferme-
dades cuarentenables», fue modificado en 1973
y 1981, fundamentalmente para reducir de seis a
tres el número de enfermedades comprendidas
(fiebre amarilla, peste y cólera) y para reflejar la
erradicación mundial de la viruela.” (4).
La estructura conceptual del Reglamento se
basa en la identificación de potenciales portadores
del agente infeccioso y sobre ellos estructura pro-
cedimientos focalizados, que se orientan a reducir
o inhibir los contactos, que pueden concentrarse
en vectores y/o humanos. La “erradicación” has-
ta “el control” de las enfermedades correspon-
de a un amplio abanico de perspectivas sobre el
abordaje de los problemas de salud que afectan
a grupos poblacionales, y que de manera reciente
se han considerado daños globales en salud. Ante
En la actualidad, la migración se ha abordado
como un fenómeno social global con efectos la
salud, que afecta de manera diferenciada a la po-
blación de las distintas regiones del mundo. No
obstante, en términos prácticos, desde la perspec-
tiva epidemiológica y toma de decisiones más tra-
dicional predomina la noción que considera la mi-
gración como un fenómeno que puede contribuir
a la diseminación de infecciones y a incrementar
riesgos globales en la salud (Figura 1). De acuerdo
con esta perspectiva, se proponen dos elementos
clave relacionados con la magnitud y la dinámica
de movilidad poblacional que puede contribuir a
entender este proceso: a) el incremento y diver-
sidad de rutas migratorias y, b) la magnitud po-
blacional en movimiento a nivel global, regional
o local.
Esta combinación de factores tiene un carácter
sensorial (se puede ver y cuantificar) y, desde una
perspectiva epidemiológica tradicional se le brin-
da un atributo de causalidad para explicar resulta-
dos en salud. Esta hipótesis ha sido aplicada y re-
plicada desde antes de Cristo, y ha servido como
elemento operativo para el diseño de programas
de control de enfermedades de carácter infeccio-
so-parasitario, cuyo mecanismo de diseminación
coloca a migrantes en un rol equivalente a vecto-
res, sobre los cuales hay que ejercer mecanismos
o procedimientos de control para reducir al máxi-
mo su movilidad, y en consecuencia el control
Leyva R.
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