ORIGINALES:
Dossier Alma Ata
El médico mira la estadística, y se encuentra
con que un tercio de las consultas se relacionan
con problemas psicosomáticos, el otro tercio está
ocupado con pacientes que tienen problemas car-
diovasculares, la mayoría relacionados con sobre-
peso y obesidad, y los pacientes restantes están
consultando por problemas de salud mental. Este
médico podría preguntarse, y con razón… ¿Me
encuentro en un futuro distópico?
El médico, ofuscado, pide hablar con un epide-
miólogo del futuro para pedirle explicaciones. El
epidemiólogo del futuro le responde “Doctor, lo
que pasa es que el 74,2% de los chilenos tiene ex-
ceso de peso, el 21,7% de las mujeres chilenas ha
presentado síntomas depresivos en el último año
en comparación al 10% de los hombres (12). En
cuanto a las enfermedades psicosomáticas, es más
difícil tener una estimación actual en población
chilena, pero sabemos que en Estados Unidos
puede llegar desde el 25 al 50% de las consultas
médicas ambulatorias totales (7). Al ser controla-
das las problemáticas de su tiempo, aparecieron
otras, pero el correlato de estos nuevos problemas
con el reduccionismo no ha demostrado ser, ni
tan claro, ni tan exitoso.”
La historia presentada deja dos lecciones bien
específicas. La primera, es que el reduccionismo
es una forma de pensamiento científico que se ha
desarrollado con mucho éxito ciertos contextos,
pero no es el único ni el definitivo. El dogma-
tismo no cabe en la ciencia en general, así como
tampoco en las ciencias biomédicas. Un médico
o científico que cree tener la respuesta definitiva
a un problema, se parece más a un fundamenta-
lista religioso o político, que a un médico. Existen
nuevas formas de entender la medicina que se es-
tán desarrollando alrededor del globo, a las que
es necesario prestar atención, en las que espero
profundizar en artículos posteriores. Sólo como
ejemplos, se pueden mencionar la medicina de re-
des y la medicina social (8). También hay aproxi-
maciones que toman el modelo BPS como base,
pero son más “aterrizadas” y lidian con las críticas
mencionadas, como el método clínico centrado
en el paciente (9).
característicos del ejercicio médico occidental. El
término biopsicosocial logró permear a la praxis
médica en general, aunque aún suscita posiciones
favorables y detractoras.
Es importante considerar la distinción entre los
parámetros tangibles e intangibles en el ejercicio
médico general. Lo anterior, porque los tangibles
han ido cambiando de época en época, y de ellos
deriva lo que queda dentro del campo de la bio-
logía, de lo que no. El reduccionismo es la epis-
temología dominante en la medicina occidental,
y tiene a su base la fragmentación y el estable-
cimiento de cadenas de causalidad lineal para la
comprensión de los fenómenos. Esta forma de
hacer medicina ha tenido alcances notables para
la humanidad, especialmente en el control de las
enfermedades infectocontagiosas.
Engel reconoce los avances del reduccionismo,
pero también las limitaciones de su ejercicio irre-
flexivo. Plantea dos posiciones divergentes, una
extremadamente exclusionista y la otra reduccio-
nista, en los mismos términos. La propuesta ex-
clusionista es dualista, porque no busca puentes
metodológicos para que conversen los fenóme-
nos tangibles e intangibles de la medicina, y es re-
presentada por Szasz en The Myth of Mental Illnes.
La propuesta reduccionista considera que los fe-
nómenos intangibles deben reducirse a defectos
neuroquímicos o neurofisiológicos por naturale-
za, y es presentada por Ludwig en The Psychiatrist
as Physician.
Engel presenta el modelo BPS como una pro-
puesta inclusionista, pero con una idea divergente
del reduccionismo para establecer el mecanismo
explicativo entre los fenómenos tangibles e in-
tangibles. El puente metodológico planteado por
Engel, para conectar ambos fenómenos, es extraí-
do de la TGS y se plantea mediante 6 enunciados
bien identificados, todos aplicables a enfermeda-
des como la Diabetes Mellitus y la Esquizofrenia.
El modelo BPS es valorable porque incorpora
elementos de la subjetividad humana al ejercicio
médico, ha permitido una valoración de las habi-
lidades psicoterapéuticas de los médicos para su
ejercicio habitual, y porque abrió paso a nuevas
miradas de la medicina que han intentado incluir
al sistema familiar y social. Sin embargo, sus limi-
taciones han llevado a que la práctica del modelo
sea divergente, ya sea por la creencia de que el
reduccionismo debe ser reemplazado, así como
por su libertad ecléctica y su inclusionismo des-
mesurado. El modelo BPS, en estas condiciones,
es usado como un término polisémico: tres clíni-
cos que dicen practicarlo pueden hacer tres cosas
CONCLUSIONES
En la segunda mitad del siglo XX, George
Engel planteó una alternativa al modelo biomédi-
co, con la proposición del modelo biopsicosocial
(BPS). Esta propuesta fue presentada a la comuni-
dad médica como una forma de superación al re-
duccionismo y al dualismo cuerpo-mente, ambos
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 167-177