Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 177

ORIGINALES: Dossier Alma Ata El médico mira la estadística, y se encuentra con que un tercio de las consultas se relacionan con problemas psicosomáticos, el otro tercio está ocupado con pacientes que tienen problemas car- diovasculares, la mayoría relacionados con sobre- peso y obesidad, y los pacientes restantes están consultando por problemas de salud mental. Este médico podría preguntarse, y con razón… ¿Me encuentro en un futuro distópico? El médico, ofuscado, pide hablar con un epide- miólogo del futuro para pedirle explicaciones. El epidemiólogo del futuro le responde “Doctor, lo que pasa es que el 74,2% de los chilenos tiene ex- ceso de peso, el 21,7% de las mujeres chilenas ha presentado síntomas depresivos en el último año en comparación al 10% de los hombres (12). En cuanto a las enfermedades psicosomáticas, es más difícil tener una estimación actual en población chilena, pero sabemos que en Estados Unidos puede llegar desde el 25 al 50% de las consultas médicas ambulatorias totales (7). Al ser controla- das las problemáticas de su tiempo, aparecieron otras, pero el correlato de estos nuevos problemas con el reduccionismo no ha demostrado ser, ni tan claro, ni tan exitoso.” La historia presentada deja dos lecciones bien específicas. La primera, es que el reduccionismo es una forma de pensamiento científico que se ha desarrollado con mucho éxito ciertos contextos, pero no es el único ni el definitivo. El dogma- tismo no cabe en la ciencia en general, así como tampoco en las ciencias biomédicas. Un médico o científico que cree tener la respuesta definitiva a un problema, se parece más a un fundamenta- lista religioso o político, que a un médico. Existen nuevas formas de entender la medicina que se es- tán desarrollando alrededor del globo, a las que es necesario prestar atención, en las que espero profundizar en artículos posteriores. Sólo como ejemplos, se pueden mencionar la medicina de re- des y la medicina social (8). También hay aproxi- maciones que toman el modelo BPS como base, pero son más “aterrizadas” y lidian con las críticas mencionadas, como el método clínico centrado en el paciente (9). característicos del ejercicio médico occidental. El término biopsicosocial logró permear a la praxis médica en general, aunque aún suscita posiciones favorables y detractoras. Es importante considerar la distinción entre los parámetros tangibles e intangibles en el ejercicio médico general. Lo anterior, porque los tangibles han ido cambiando de época en época, y de ellos deriva lo que queda dentro del campo de la bio- logía, de lo que no. El reduccionismo es la epis- temología dominante en la medicina occidental, y tiene a su base la fragmentación y el estable- cimiento de cadenas de causalidad lineal para la comprensión de los fenómenos. Esta forma de hacer medicina ha tenido alcances notables para la humanidad, especialmente en el control de las enfermedades infectocontagiosas. Engel reconoce los avances del reduccionismo, pero también las limitaciones de su ejercicio irre- flexivo. Plantea dos posiciones divergentes, una extremadamente exclusionista y la otra reduccio- nista, en los mismos términos. La propuesta ex- clusionista es dualista, porque no busca puentes metodológicos para que conversen los fenóme- nos tangibles e intangibles de la medicina, y es re- presentada por Szasz en The Myth of Mental Illnes. La propuesta reduccionista considera que los fe- nómenos intangibles deben reducirse a defectos neuroquímicos o neurofisiológicos por naturale- za, y es presentada por Ludwig en The Psychiatrist as Physician. Engel presenta el modelo BPS como una pro- puesta inclusionista, pero con una idea divergente del reduccionismo para establecer el mecanismo explicativo entre los fenómenos tangibles e in- tangibles. El puente metodológico planteado por Engel, para conectar ambos fenómenos, es extraí- do de la TGS y se plantea mediante 6 enunciados bien identificados, todos aplicables a enfermeda- des como la Diabetes Mellitus y la Esquizofrenia. El modelo BPS es valorable porque incorpora elementos de la subjetividad humana al ejercicio médico, ha permitido una valoración de las habi- lidades psicoterapéuticas de los médicos para su ejercicio habitual, y porque abrió paso a nuevas miradas de la medicina que han intentado incluir al sistema familiar y social. Sin embargo, sus limi- taciones han llevado a que la práctica del modelo sea divergente, ya sea por la creencia de que el reduccionismo debe ser reemplazado, así como por su libertad ecléctica y su inclusionismo des- mesurado. El modelo BPS, en estas condiciones, es usado como un término polisémico: tres clíni- cos que dicen practicarlo pueden hacer tres cosas CONCLUSIONES En la segunda mitad del siglo XX, George Engel planteó una alternativa al modelo biomédi- co, con la proposición del modelo biopsicosocial (BPS). Esta propuesta fue presentada a la comuni- dad médica como una forma de superación al re- duccionismo y al dualismo cuerpo-mente, ambos 175 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 167-177