Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 159-162
ORIGINALES:
Dossier Alma Ata
Resignificando el rol del
médico en Atención Primaria
The role of the doctor in Primary Care: new meaning
Jonathan Troncoso R. 1
RESUMEN
L
a Atención Primaria de Salud (APS) ha demostrado ser una estrategia que logra mejores resultados,
mayor resolutividad, menores costos y mayor equidad en salud en nuestras comunidades. Nuestro
país ha avanzado en la implementación del Modelo de Atención Integral en Salud Familiar y
Comunitario (MAIS) a lo largo de todo el territorio. Sin embargo, se observan condicionantes laborales
(el reduccionismo en lo clínico, bajo tiempo de atención y falta de incentivos para el perfeccionamiento
continuo) y de la formación de pregrado (hospitalocentrismo formativo) que actúan desfavoreciendo la
elección por la práctica generalista y la elección de la Medicina Familiar como especialidad. Avanzar en la
implementación efectiva del MAIS implica dotar del recurso humano calificado a la APS, siendo el Médico
de Familia el profesional más capacitado para aquello por sus ámbitos propios de acción.
Palabras claves: Atención Primaria, Medicina Familiar, Recursos Humanos, Educación Médica.
Treinta y nueve años han transcurrido desde que la Declaración de Alma-Ata puso en relieve la im-
portancia de la Atención Primaria (APS) para la salud de las comunidades. Desde aquel entonces hemos
transitado desde una concepción de APS como canasta básica de intervenciones en salud para poblaciones
desfavorecidas, hacia un Sistema de Salud que tiene al centro la APS como una estrategia que brinda co-
bertura universal, una atención centrada en las personas y un cuidado continuo de manera integral (1,2).
Durante este transitar se ha acumulado evidencia que muestra que países con una APS fuerte logran
mejores indicadores en salud en comparación con aquellos con una APS débil (3). Por otro lado, con el
desarrollo de la Medicina Familiar como especialidad se ha evidenciado que existen atributos propios de
la disciplina que se asocian a una mejoría en la satisfacción de los usuarios e indicadores de salud: como la
continuidad del cuidado, una buena relación médico-paciente y un tiempo adecuado de consulta (4).
La experiencia en EEUU ha mostrado que tener un Médico de Familia a quien consultar con regularidad
disminuyó el costo anual de atención de salud, el número de consultas, la prescripción de medicamentos
en un 25% y se reportó menor dificultad para acceder a la atención (esto más que un pediatra, internista u
otras subespecialidades) (5). Así mismo el aumento de 1 médico en APS por 10.000 habitantes disminuyó
en un 2,5% la mortalidad infantil, en 3,2% el bajo peso al nacer y en 1.44 muertes por 10.000 habitantes (5).
En Chile, la experiencia de la Red de Centros de Salud Familiar ANCORA-UC ofrece un ejemplo de
resultados similares a nivel local. La red ANCORA mostró un aumento de la efectividad clínica expresada
en disminución de 25% derivaciones a nivel secundario, 70% de consultas a urgencias y 30% de hospita-
lizaciones en comparación con CESFAM municipales de las comunas de Puente Alto y La Pintana donde
están insertos. Este aumento de la efectividad clínica se tradujo en un ahorro de 1690 millones de pesos
durante el año 2010 y una mayor satisfacción usuaria (6).
Pese a la experiencia y los esfuerzos nacionales por implementar el Modelo de Salud Familiar (7–10) se
observa una fuerte brecha entre la teoría y la realidad de la APS municipal chilena, que nos lleva a cuestio-
narnos las razones por las cuáles la APS y Medicina Familiar no es atractiva para los médicos, pese a la evi-
dencia acumulada que muestra su necesidad para las poblaciones y su efectividad en los sistemas de salud.
Recibido el 17 de mayo de 2018. Aceptado el 04 de octubre de 2018.
1 Residente de Medicina Familiar UC. Correspondencia a: [email protected]
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