CUADERNOS DE BDSM - nº 22
Estas discusiones han sido el origen de nuevas definiciones derivadas del eslogan SSC,
las cuales en el fondo no hacen si no señalar la imposibilidad de realizar una práctica
SSC en los términos sectarios que se le otorgan. Así nacen conceptos como “RACK” o
“PRICK”: En general, todos estos términos destacan el hecho de que practicar BDSM
puede resultar peligroso y que por ello es de vital importancia tener presente que
nuestras prácticas conllevan riesgos que es necesario conocer por todos los implicados
para minimizarlos, que sin embargo, pueden ocurrir efectos no deseados y que hay que
asegurarse de que existe un consenso real y libre, para lo cual es necesario estar bien y
debidamente informados. Es importante señalar que éstos términos no son contrarios en
modo alguno al concepto “SSC”, si no más bien complementarios: son el resultado de
una aplicación madura y sensata del SSC a las prácticas.
Actualmente, la forma más universalmente aceptada de entender los términos SSC
dentro de la comunidad BDSM internacional es, como cita la wikipedia4:
Seguras, en cuanto al conocimiento necesario sobre su desarrollo y sobre el material
usado, así como sobre la prevención de riesgos.
Sensatas, en cuanto a la capacidad razonable de decisión por parte de los actores, no
alterada por drogas o bebidas y acorde con la experiencia de cada participante, sabiendo
diferenciar fantasía y realidad.
Consensuadas, en cuanto a que los participantes estén de acuerdo sobre la forma e
intensidad con la que se realicen, e igualmente que dicho acuerdo pueda rescindirse en
cualquier momento.
Nuestro país tampoco ha sido ajeno a estos debates cuasi dogmáticos acerca del significado y
aplicación del SSC. El principal siempre ha girado en torno a la traducción del “Sane” por
“Sano”: la errónea traducción de éste “falsefriend” ha servido en innumerables ocasiones como
arma arrojadiza contra “el enemigo”. Sin embargo, pese a ser algo bastante claro que esto es un
error, lejos de quedar éste debate sobre “Sano/Sensato” zanjado, he podido comprobar
recientemente que, cual aldea gala de todos conocida, aún quedan reductos de practicantes
BDSM empeñados en alimentar la falsa idea de un BDSM “Sano”, pese a que cualquier práctica
BDSM es en sí misma una agresión en mayor o menor medida contra el organismo. Y
argumentar que el término “sano” es
válido por que hace referencia a “sano
mentalmente”, esto no es si no retorcer el
lenguaje complicándolo: es má s sencillo
decir “cuerdo”, “cabal” o “sensato”.
Por otro lado, los argumentos a favor de la
“sanidad” del BDSM que señalan los
supuestos beneficios psicológicos que el
BDSM aporta a sus practicantes no se
pueden atribuir al propio BDSM, si no
más bien a la realización personal que
aporta al Ser Humano el alcanzar sus
aspiraciones.
4
http://es.wikipedia.org/wiki/SSC
Pag. 9
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