CUADERNOS DE BDSM - nº 22
Una primera opción sería no decirle nada. Esconder tus gustos por el miedo a que no le
agraden, los encuentre inaceptables y corte la relación. Por un lado, al esconderle algo,
ya estás fallando a la confianza mutua y el día que por casualidad lo descubra, puede
que lo considere que la has estado engañando; a pocas personas les gusta ser engañadas
por su pareja. Pero por otro lado, estamos atacando al pilar que es el sexo en vuestra
relación. Si el látex y el BDSM son importantes para tu sexualidad, tendrás necesidad,
de algún modo, de experimentarlo; y no podrá ser en la relación de pareja. Cuando una
persona busca satisfacción sexual fuera de la pareja (ni que sea sólo navegando por
Internet o yendo de copas a locales del mundillo), eso se nota en la actividad sexual
dentro de la misma. Aunque sigas disfrutando del sexo con tu pareja, el sólo hecho de
no centrar en ella toda tu energía, ella lo notará. No digamos si además, lo que
encuentres fuera de la pareja te llega a motivar más que no lo que hay dentro. Estamos
llamando al desastre. Creo pues, que por la salud de vuestra relación, es mejor que no os
tengáis secretos de este calibre.
Mi consejo, es pues, que se lo comentes. La cuestión es, como dices, el cómo. Con
naturalidad y progresivamente. No le digas que se espere un momento en la habitación,
que tienes una sorpresa, y luego te presentes engomado de la cabeza a los pies y con
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