Crónica de una muerte anunciada "Crónica de una muerte anunciada". | Page 5

Así van transcurriendo los minutos, las horas, y nos enteramos de que todo mundo conoce la próxima muerte de Santiago menos él: “Nadie se preguntó si quiera si Santiago Nasar estaba prevenido, porque a todos les pareció imposible que no lo estuviera”. Nadie

parece creer totalmente que él sea el culpable, nadie quiere afirmarlo y sin embargo nadie es capaz de prevenirlo. Mientras tanto el joven personaje sigue tan feliz y despreocupado, sin saber que está a punto de llegarle su hora de muerte. Cuando ya todo parece inevitable, el padre de su novia, Nahir Miguel, logra

comunicarle el destino que le espera. Pero incluso su futuro suegro no está convencido de la inocencia de Santiago. Trascurrido esto, el narrador vuelve a sorprendernos al comentar la actitud de Nasar: “No entiendo un carajo”. El mismo autor-narrador enfatiza la culpabilidad de Nasar al decir: “cuando supo por fin en el último instante que los hermanos Vicario lo

estaban esperando para matarlo, su reacción no fue de pánico… sino que fue más bien el desconcierto de la inocencia”.