CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 89

hasta el lago Jesuitersee, donde lo entregaron a una formación militar, estacionado allí 1 . II En cuanto el relato precedente se basa en datos proporcionados por los testigos Gruhl y Reinhard, datos que no se pueden ver con la exactitud necesaria para fines delictivos, los que se basan, casi exclusivamente, sobre objetos hallados, óptimamente conservados, en el propio lugar: Los 41 hombres alemanes - se encontraron 39 cadáveres del mismo grupo asesinado - tuvieron que encolerizarse, parte con sus esposas, a distancia de unos 12 a 14 metros de la orilla del lago, todos mirando al lago. Se abrió luego un tiroteo desordenado sobre los alemanes, haciendo los soldados uso de sus fusiles, y, como quedó verificado por la autopsia de los cadáveres y por las balas clavadas, de armas de mano de alta clase, en ese caso, los tiradores formaban, según se deduce por los estuches y otros objetos encontrados, en semi-círculo detrás de las víctimas, habiéndose hallado a distancias de cinco a más de veinte metros. Al principio de ese tiroteo desordenado, apareció, a gran altura por encima del lado, un avión alemán que obligó a los tiradores a buscar refugio. Seis alemanes, aún no o poco heridos, pudieron aprovechar esa oportunidad para huir hacia el lago oa lo largo del mismo. El testigo Reinhard que se libró de la algema ya un tanto suelta, logró refugiarse nadando y caminando en el agua hasta un juncal a la orilla del lago, mientras que el testigo Gruhl puede esconderse bajo una casa de baños, cuyo suelo se quedaba a 20 a 50 cm. De un bote; otro hizo el mismo intento a nado. En ese tiempo, el incidente sólo pudo haber llevado pocos momentos, el avión alemán se había alejado de suerte que los soldados polacos pudieron continuar el tiroteo, matando, en primer lugar, a estos últimos tres fugitivos que aún se hallaban a poca distancia de la margen. Otro alemán, herido, al parecer, se escondió en un bote viejo que estaba en un galpón cerca del lugar, sucumbiendo allí a sus heridas. Y en eso reside la monstruosidad del procedimiento de los militares polacos en Jesuitersee- arrastraron los más o menos gravemente heridos por un trapiche afuera que 1 El hecho de que se trata, en el caso de un entrenamiento militar