CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 48
11. "¡Tráiganmelo para que lo mate!". Asesinato de Thiede y Mittelstaedt.
Según las investigaciones expuestas en la sentencia, los testigos Gerda Thiede y
Otto Papke, fabricante de aros de Schulitz, depusieron bajo juramento:
El conductor Waclaw Pasterski posee en Schulitz en terreno frente a la residencia
de la familia Thide. Esta se compone de la madre y dos hijos, Gerda y Werner. Y
la familia alemana y la ha residido desde hace años; Waclaw Pasterski, Polonia,
llegando a Schulittz hace 7 años.
El domingo, día 3 de septiembre de 1939, los soldados polacos juntaron el ganado
abandonado por polacos huidos, en las plantaciones de nabos de la familia
Thiede. Con el fin de verificar los daños causados, la familia Thiede, acompañada
de Emil Mittelstaedt que estaba de visita, y que vive pocos lotes adelante, fue
hasta la plantación. Cuando llegaron, vio una clase de soldados polacos del
bosque, preguntando si eran alemanes o polacos. Werner Thiede respondió:
alemán; Mittelstaedt, polaco. Enseguida los soldados revisaron la Werner Thiede,
pero no encontraron armas.
Los miembros de la familia Thiede se vieron obligados a caminar, de brazos
erguidos, hasta el bosque, seguidos por los soldados. Mittelstaedt tuvo permiso
para quedarse. En ese tiempo venía del bosque el conductor Waclaw Pasteerski,
armado de hacha y cuchillo, y, enfrentándose con el Werner Thiede, gritó
inmediatamente a los soldados: "tráiganme a ese pequeño de camisa, para que
yo lo mate". Al oír estas palabras, Werner Thiede cambió de dirección, buscando
huir. Y luego en su paso, los soldados le dispararon varios disparos. El testigo
Gerda Thiede, volteando, en esa ocasión, a pesar de haberla prohibido voltear,
vio a Mittlelstaedt estirado en el césped y cubierto de sangre.
Él tenía una herida de un lado. El testigo atribuye esa herida a un hacha de
Pasterski, porque los soldados habían abandonado el césped al persigre el Thide,
de suerte que nadie podría haber cometido el crimen sino Pasterski. Gerda
Thiede, de otro modo, oirá a Pasterski afirmar que Mittelstaedt era alemán. Otto
Papke que vio a la víctima extendida en el césped, declaró que la herida privaba,
de hecho, de un hacha. Mittelstaedt quedó abandonado a sus dolores hasta la
noche cuando murió. Werner Thiede fue encontrado muerto por un vecino de él,
de nombre Kriewald, que lo enterró. Según Kriewald y según el testimonio del
testigo, Gerda Thiede, Werner Thiede recibía disparos en la espalda, teniendo
además una fuerte contusión en la cabeza.