CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 27
hasta donde las víctimas habían sido acosadas, para ser ahí muertas, en muchos
casos, con tiro en la nuca.
Muchos cadáveres fueron encontrados, pasadas 6,7 y hasta 8 semanas, en
lugares abandonados; muchos cadáveres se encontraban sucios de barro y
sangre. En gran número de casos, las mutilaciones habían sido ejecutadas aún en
vida de las víctimas. Aquellos que, en tiempo, lograron huir de sus casas o
propiedades y se escondieron en sótanos, riegos de campos, bosques, o
plantaciones de patatas, de nabos, de girasoles, fueron descubiertos en la
segunda o tercera búsqueda, a menudo como consecuencia de la traición de
vecinos polacos, de grupos de jóvenes 25 , de 17 a 20 años, conocedores de las
localidades y políticamente fanatizados, siendo luego maltratados y muertos a
golpes, pero de donde consiguieron fusiles. ¿Cómo pudieron estos elementos
numerosos, amorales y rebeldes apoderarse de esos instrumentos mortíferos?
Ciertamente no los traían casualmente consigo; los habían recibido de los policías
o, aún poco antes de la fuga, de las autoridades administrativas, en los palcos
locales. Quien protegía las violencias y las masacres contra los alemanes eran las
propias autoridades polacas 26 .
Eran, a veces, uno o varios jefes que, por su brutal procedimiento, alentaban a
los conciudadanos a hacer otro tanto; además de los soldados polacos, eran
también los comandantes de las organizaciones de protección contra ataques
aéreos y de gases que se hacían cumplidos de los asesinos. Aunque la mayoría de
los soldados asesinos eran elementos dispersos de las tropas regulares polacas,
retaguardias puestas en fuga o sobrevivientes de destacamentos de dinamiteros,
no faltan las pruebas convincentes de la participación de las tropas regulares e
incluso de oficiales polacos en las referidas carnicerías.
No son sólo las alusiones de militares polacos: "Eliminaremos los alemanes hasta
presente, sólo 12.857 pudieron ser descubiertos. Las fuertes heladas de los meses de invierno interrumpieron,
casi por completo, la apertura metódica de las tumbas y la actividad del servicio de identificación. Pero, según
las listas de desaparecidos, organizadas según las comunicaciones hechas por sobrevivientes, y de suponer, con
gran probabilidad, que el vasto campo de tumbas en Polonia alberga a más de 58.000 víctimas del terror
sanguinario polaco.
25
La participación de atletas como cómplices, francotiradores y hasta como cocineros fue constatada en
muchos lugares: jóvenes de 16 años fueron armados de fusiles, ya a fines de julio de 1939 (Testimonio Hertel
en Pless, WR I).
26
Testimonio jurado del sargento polaco Friedrich Lorenz de Lischkowo (WR I y Sd. Bromberg, datado del 28-
29 de septiembre de 1939) - la frase del general Bortnowski "todos los alemanes tienen que ser exterminados"
fue confirmada por el testigo profesor Otto Leischner, de Slonsk (WR II).