CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 16
creciente, manifestada por Polonia, contra cualquier reparación o incluso una
minoría de las injusticias de Versalles en lo que se refiere a las fronteras
orientales de Alemania, condiciona con la agravación de la política polaca contra
los miembros de la minoría étnica alemana y con el chauvinismo de la imprenta
polaca que llegaba provocar abiertamente el Reich.
En la primavera de 1939, se nota claramente que el nuevo rumbo de la política
polaca obedecía a días fuertes: perturbando por la propaganda difamatoria,
movida con el consentimiento del gobierno Polaco, el pueblo se hallaba poseído
de un sentimiento de odio, contra todo lo que era Alemán. Cualquier
manifestación de la vida étnica alemana era interpretada como una acción
dirigida contra el Estado Polaco, justificándose de esta manera el exterminio de
los Alemanes como imperiosa necesidad nacional. Y de presumir que, del lado
Polaco, se haya tomado como prueba de debilidad la reserva en que se mantenía
el gobierno del Reich ante los excesos de germanofobia.
En ese error desastroso se generaron vehementes provocaciones dirigidas contra
Alemania, las cuales, a su vez, produjeron aquellas impulsivas retenciones
anexionistas con que, en un acceso de megalomanía, se deseaba reclamar la
frontera en el Elba como necesaria para el espacio vital Polaco. Este anexionismo
bélico se manifestaba bajo las vistas del gobierno Polaco, con la misma libertad
con que actuaban, en los voivodas, los promotores de las opresiones que se
movían, con el auxilio de las autoridades, contra las minorías étnicas Alemanas.
Así, pues, el gobierno Polaco, asumía la responsabilidad de la creación de esa
atmósfera de fiebre política, de donde resultó, entonces, el caos moral con el
asesinato de miles de alemanes inocentes e inofensivos, cometidos, en las
ciudades como en los campos, por soldados polacos y civiles armados. La
pregunta es cómo el gobierno polaco puede permitir que las pasiones políticas
del pueblo tomasen un aspecto tan amenazador que los populares quedan
abandonados a los propósitos bestiales de las más bajas capas de hombres, en
ausencia de lo que preceptuaba la Constitución, el Derecho, Moral y la
humanidad.
Tampoco se comprende cómo los responsables poseedores del poder, polacos,
pudieron seguir un rumbo político tan infeliz que las relaciones con el Reich
llegaron a ser insostenibles, sin compenetrarse de la responsabilidad con que,
así, habrían de arquear ante el Estado y el pueblo, ya que su política llevaría al
país a la guerra con Alemania. He aquí cómo se descubre la segunda fuerza que
vinieron de fuera y actuó sobre Polonia haciendo que se olvidara toda la