CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA crimenes_polacos | Page 22

Los que habían sido asesinados en grupos yacían atados con cuerdas, de a dos o tres, a solas, uno al lado del otro, las manos atadas en la espalda con cordeles o ti ra s de cuero, en la orilla de un campo o de un corral, una playa de un lago( 24), hasta donde las víctimas habían sido acosadas, para ser ahi, muertas, en muchos casos, con tiro en la nuca.
Muchos cadáveres fueron encontrados, pasadas 6,7 y hasta 8 semanas, en lugares abandonados; muchos cadáveres se encontraban sucios de barro y sangre. En gran número de casos, las mutilaciones habían sido ejecutadas aún en vida de las víctimas.
Aquellos que, en tiempo, lograron huir de sus casas o propiedades y se escondieron en sótanos, sótanos, riegos de campos, bosques o capoeiras, en fos a s o plantaciones de patatas, de nabos, de girasoles, fueron descubiertos en la segunda o tercera búsqueda, a menudo como consecuencia de la traición de vecinos polacos, de grupos de jóvenes( 25), de 17 a 20 años, conocedores de las localidades y políticamente fanatizados, siendo luego maltratados y muertos a golpes.
En el caso de que se produzca un accidente de tránsito en el que se haya producido un accidente de tránsito en el que se haya producido un accidente de tránsito, fusiles. ¿ Dónde y qué civiles, y sobre todo los menores consiguieron las armas? ¿ Cómo y que esos numerosos elementos amorales y rebeldes apoderarse de esos instrumentos mortíferos?
Ciertamente no los traían casualmente consigo; l os habían recibido en los policías o, aún poco antes de la fuga, de las autoridades administrativas, en los palcos locales.
Quien protegía las violencias y las masacres contra los alemanes eran las propi as autoridades polacas( 26). _____________________________________________________________________________( 24) Las investigaciones oficiales, hechas desde la publicación de la 1 ª edición de esta colección de documentos sobre las atrocidades practicadas contra populares alemanes en Polonia, demostraron un cuadro aún más desolador que el que se había obtenido después del descubrimiento de tumbas hasta el 17 de noviembre de 1939. La central, anexa la jefatura de la administración civil en Posen, y enc argada del descubrimiento y rememoración de populares alemanes asesinados, constató un número de muertos y desaparecidos, muchas veces superior a lo que se había comprobado al principio. El campo de muerte no aumentó sólo con respecto a la provincia de Posen y en las rayas del Domingo de la Pasión de Bromberg. Los sectores de Silesia y Central asistieron a las mismas hecatombes, de forma que, actualmente, el número de muertos y desaparecidos debe ser evaluado en más de 58.000, según los datos recogidos hasta el 1 de febrero de 1940, siendo que hasta el presente, sólo 12.857 pudi eron se r descubiertos. Las fuertes heladas de los meses de invierno interrumpieron, casi por completo, la apertura metódica de las tumbas y la actividad del servicio de identificación. Pero, según las listas de desaparecidos, organizadas según las comunicaciones hechas por sobrevivientes, y de suponer, con gran probabilidad, que el vasto campo de tumbas en Polonia alberga a más de 58. 000 víctimas del terror sanguinario polaco.( 25) La participación de atletas como cómplices, francotiradores y hasta como cocineros fue constatada en muchos lugares: jóvenes de 16 años fueron armados de fusiles, ya a fines de julio de 1939( Testimonio Hertel en Pless, WR I).( 26) Testimonio jurado del sargento polaco Friedrich Lorenz de Lischkowo( WR I y Sd. Bromberg, datado del 28-29 de septiembre de 1939)- la frase del general Bortnowski " todos los alemanes tienen que se r exterminados " fue confirmada por el testigo profesor Otto Leischner, de Slonsk( WR II).